viernes, 28 de mayo de 2010
¿El tercer concierto para piano y orquesta de Brahms? Dejan Lazic convierte el violín en piano
Autor: Juan Antonio González Fuentes - Lecturas[{0}] Comentarios[{1}]
Artes en Blog personal por Música
Brahms escribió un único concierto para violín y orquesta, su op. 77, un concierto que con el tiempo se ha erigido en uno de los esenciales del repertorio. Bueno, pues ha llegado el pianista y compositor croata Dejan Lazic y ha convertido el concierto para violín en el tercer concierto para piano y orquesta de Brahms. Ha grabado la nueva partitura con él mismo al piano y la Sinfónica de Atlanta dirigida por Robert Spano como acompañantes. Channel Classics es el sello discográfico que ha convertido en disco el trabajo


 

Juan Antonio González Fuentes

Franz Lizst transcribió para piano sinfonías de Beethoven, fragmentos de óperas de Verdi, Rossini, Wagner... Bach arregló para clave y orquesta algunas de sus partituras para violín y orquesta, y el mismo Beethoven versionó para piano su concierto para violín y orquesta op. 61. A comienzos del siglo XIX el célebre pianista Muzio Clementi quedó prendado del concierto para violín de Beethoven, así que se dirigió al maestro que hiciese la transcripción. Beethoven aceptó. Pues bien, ahora le ha llegado el turno a Johannes Brahms.

El compositor hamburgués escribió dos monumentales conciertos para piano y orquesta: conciertos extensos, muy exigentes para el solista, con una participación orquestal casi semejante al que demanda una sinfonía. Y Brahms escribió un único concierto para violín y orquesta, su op. 77, un concierto que con el tiempo se ha erigido en uno de los esenciales del repertorio. Bueno, pues ha llegado el pianista y compositor croata Dejan Lazic y ha convertido el concierto para violín en el tercer concierto para piano y orquesta de Brahms. Ha grabado la nueva partitura con él mismo al piano y la Sinfónica de Atlanta dirigida por Robert Spano como acompañantes. Channel Classics es el sello discográfico que ha convertido en disco el trabajo.

Los ejemplos que ha seguido Lazic han sido precisamente los de Bach y Beethoven, fundamentalmente este último, puesto que el de Bonn decidió no “pasar” al lenguaje del piano la que había escrito para el violín, sino que compuso una cadencia nueva, de muyo mayor “vuelo” que la original. El músico croata ha hecho algo semejante, labor facilitada porque el concierto para violín de Brahms no tiene una cadencia de su autor, sino que los solistas más importantes han realizado la suya: violinistas como Kreisler, Heifetz o Joachim, gran amigo de Brahms, y quien colaboró directamente en la escritura del concierto para violín.



Concierto para violín y orquesta, op. 77, de Johannes Brahms (vídeo colgado en YouTube por billythekid20)

Brahms dominaba el piano, instrumento del que incluso era un virtuoso. Por tanto conocía muy bien las posibilidades del instrumento, y cómo debía escribir para sacarle las máximas posibilidades. Sin embargo desconocía en gran medida el violín. ¿Por qué razón, entonces, escribió un concierto para violín? Lazic cree que la respuesta está en la amistad que le unía con Joachim, y en este sentido, si Joachim hubiera tocado el clarinete, por ejemplo, Brahms hubiera escrito un concierto para dicho instrumento de viento.

Brahms construyó su concierto para violín como si fuera para piano, y más tarde, gracias a la ayuda técnica de Joachim, escribió la parte solista para violín. Esta característica hace, en palabras de Lazic, que haya sido relativamente fácil la reescritura. Esta es la razón principal de que este “tercer concierto para piano” de Brahms suene tanto a Brahms, aunque claro, las primeras audiciones dejan confuso a quien ha escuchado y ama el concierto para violín, pues, lógicamente, espera escuchar el sonido del violín y no el del piano. Pero esa es la única (y gran) diferencia, puesto que en la parte orquestal no se ha tocado ni una sola nota.

¿Es legítimo lo que ha hecho Lazic? Esa es otra cuestión. ¿Estamos ante el Tercer concierto para piano y orquesta de Brahms? Esa es otra cuestión, pero la respuesta más sencilla y apegada al sentido común es un rotundo no. Estamos, ante lo que estamos, es decir, una transcripción, cuyo valor e interés es sin duda discutible. ¿Se abrirá paso en las salas de concierto esta obra de Brahms-Lazic? Démosle tiempo al tiempo. 
 

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NOTA: En el blog titulado El Pulso de la Bruma se pueden leer los anteriores artículos de Juan Antonio González Fuentes, clasificados tanto por temas (cine, sociedad, autores, creación, historia, artes, música y libros) como cronológicamente.