Director: Rogelio López Blanco      Editora: Dolores Sanahuja      Responsable TI: Vidal Vidal Garcia     
Historial de visitas

· El Planeta Pombo, Álvaro Pombo (Visitas 1)
· Un poeta de nombre Oscar Wilde (Visitas 1)
· José María López Sánchez: “Heterodoxos españoles” (Marcial Pons, 2006) (Visitas 1)
· El Zuckerman encadenado de Philip Roth (Visitas 1)
· María Antonieta: el talento indudable de Sofía Coppola (Visitas 1)
· Parra, Nicanor Parra (Visitas 1)
· La nación falsificada de Jesús Laínz (Visitas 1)
· Félix Ovejero Lucas: “Contra Cromagnon" (Montesinos, 2007) (Visitas 1)
· Edith Stein, filósofa, judía, víctima nazi y santa (II) (Visitas 1)
· Edith Stein, filósofa, judía, víctima nazi y santa (y III) (Visitas 1)
· Ian Buruma: “Asesinato en Ámsterdam” (Debate, 2007) (Visitas 1)
· Peter Bergen: “Osama de cerca” (Debate, 2007) (Visitas 1)
· La poesía según Seamus Heaney (Visitas 1)
· Cuando Rostropovich "cerró" la Plaza Porticada (Visitas 1)
· Carmen López Alonso: “Hamas: la larga marcha hacia el poder” (Libros de La Catarata, 2007) (Visitas 1)
· Marc Servitje: “Tom Cruise: Nacido el tres de julio” (Ediciones Carena, 2007) (Visitas 1)
· Altamira: una visita a la neocueva (Visitas 1)
· Luis P. Marín: “Los arquitectos de la República” (Marcial Pons, 2007) (Visitas 1)
· Nadadora, de Alberto Santamaría (Visitas 1)
· César Antonio Molina, poeta y ministro (Visitas 1)
· Jesús Pardo en San Vicente de la Barquera (Visitas 1)
· Margarita Hierro en el recuerdo (Visitas 1)
· La ópera en pelotas en el Teatro Real de Madrid (Visitas 1)
· Francisco Silvela: Escritos y discursos políticos (CEPC, 2005) (Visitas 1)
· Cassandra’s dream de Woody Allen (Visitas 1)
· Pequeño homenaje a Peter Viertel (Visitas 1)
· Daniel Sánchez Arévalo en tertulia (Visitas 1)
· Luigi Boccherini, ese desconocido (Visitas 1)
· Rilke, Albéniz y Zuloaga en la misma habitación, 1903 (Visitas 1)
· Fernán-Gómez, un genio malogrado (Visitas 1)
· Todo Beethoven por 100 euros (Visitas 1)
· El manuscrito Voynich y su descubridor: Wilfrid M. Voynich (Visitas 1)
· Los actores del Oscar de Hollywood son europeos (Visitas 1)
· Plácido Domingo: el mejor tenor del mundo (Visitas 1)
· Un prodigio llamado Gustavo Dudamel: el director de orquestas que dirigía en el salón de su casa (Visitas 1)
· Diario de Autoayuda (2): La venganza de la santa (Visitas 1)
· Juan Diego Flórez se transforma en mito en el Metropolitan de Nueva York (Visitas 1)
· Goya en Italia, ahora en Zaragoza (Visitas 1)
· Amor más acá de la muerte (Visitas 1)
· Cuatro microrrelatos poéticos con perfume sicalíptico (Visitas 1)
· Poesías completas de Sylvia Plath (Bartleby editores) (Visitas 1)
· José de Ciria y el Ultraismo (1919-2009): una nueva sensibilidad española en la vanguardia europea (Visitas 1)
· La función del crítico literario, según W. H. Auden (Visitas 1)
· Armando Buscarini: El rufián. Teatro, narrativa y memorias (Editorial Buscarini) (Visitas 1)
· El asesinato de Pier Paolo Pasolini: nuevos datos (Visitas 1)
· Las películas y la música preferidas de Barack Obama (Visitas 1)
· Kiki de Montparnasse, el violonchelo de Man Ray descrito por Botín Polanco (Visitas 1)
· Adiós a Pablo Beltrán de Heredia (y II) (Visitas 1)
· Obra poética de Carlos Salomón (La mirada creadora, 2007) (Visitas 1)
· Hipatia en el ágora de Amenábar, o la importancia del marketing (Visitas 1)
· La Consagración de los cacahuetes salados en primavera, de Stravinsky y Charlie Parker (Visitas 1)
· Comentarios a algunas obras para guitarra, laúd y mandolina (Visitas 1)
· La Séptima sinfonía de Shostakovich se escucha en el infierno de la batalla de Leningrado (Visitas 1)
· Alma Rosé y la orquesta femenina de Auschwitz (Visitas 1)
· La mujer de Millennium de Stieg Larsson es Tamara Villoslada, según Gino Rubert (Visitas 1)
· Benjamin Britten en Brooklyn, un ejemplo de la Atenas neoyorquina durante la II Guerra Mundial (Visitas 1)
· Nueva Gramática de la Lengua Española, o el nuevo mapa del español (Visitas 1)
· El Erik Satie de las hermanas Labèque (KLM, Gaudisc) (Visitas 1)
· El pintor Pal Sarkozy, Carla Bruni, Werner Hornung y el Digital Fine Art (Visitas 1)
· Rock in Rio o Pachanga en Arganda (Visitas 1)
· La poesía vertical de J. A. González Fuentes. La lengua ciega (DVD, 2009) (Visitas 1)
· Cuando John Frankenheimer conoció al Malamadre de la Celda 211 (Visitas 1)
· Últimos haikus sin estación de Juan Antonio González Fuentes (Visitas 1)
· Los clásicos también pecan: la vida íntima de los grandes músicos, de Fernando Argenta (Visitas 1)
· Cine de alta costura en el Museo del Traje de Madrid (Visitas 1)
· Reglas musicales para la vida y el hogar de Robert Schumann (Visitas 1)
· Mi primo Leonardo Padura, el hombre que amaba a los perros (Visitas 1)
· Memorias del futbolista Zarzamora: fútbol y literatura (1) (Visitas 1)
· Memorias del futbolista Zarzamora: fútbol y literatura (2) (Visitas 1)
· Fotografías de Mario Testino en el Museo Thyssen-Bornemisza: encuentros con la “mujer Testino” (Visitas 1)
· Nuevos haikus de Juan Antonio González Fuentes (Visitas 1)
· Adiós a Joan Sutherland, adiós a “La Stupenda”, la soprano bel cantista del siglo XX (Visitas 1)
· Adiós a Francisco Pérez González, Pancho, un señor de la edición en español (Visitas 1)
· De la necesidad espiritual de perder el tiempo (otium), según Marc Fumaroli: París-Nueva York-París. Viaje al mundo de las artes y de las imágenes (Acantilado, 2010) (Visitas 1)
· El Danubio azul por culpa de Johann Strauss hijo, sobre todo en Año Nuevo (Visitas 1)
· Old Man River, Paul Robeson, Dixieland, Show Boat, Tom Sawyer y el Misisipi (Visitas 1)
· Haendel en el Támesis o la música para los reales fuegos de artificio (Visitas 1)
· La música de los mozárabes en las riberas del río Duero (Visitas 1)
· Poemas de Juan Antonio González Fuentes en la Université Sorbonne Nouvelle, el próximo 6 de diciembre (Visitas 1)
· El jefe Jerónimo: retrato de un apache pésimo comerciante, por Elbridge A. Burbank y Javier Lucini (Visitas 1)
· El boxeador que no podía mirar a los ojos a ningún rival, o el retrato de Floyd Patterson por Gay Talese (Visitas 1)
· Dámaso López García escribe sobre Enrique Álvarez: Garabandal, la risa de la Virgen (Ediciones Tantín) (Visitas 1)
· 7 nuevos haikus de Juan Antonio González Fuentes (Visitas 1)
· Dios se llamaba Herbert von Karajan (Visitas 1)
· Franz Xaver Messerschmidt en el Louvre, el Van Gogh del XVIII y de la escultura (Visitas 1)
· Haikus sin estación y sin comentario, o Nueva York en el origen (Visitas 1)
· Igual el amor que la locura, de Alfonso Montoro: donde no habite el olvido (Visitas 1)
· Aventuras póstumas de Bonifacio Sanabria (Luis Araquistáin), o la historia de un desdichado fantasma (Visitas 1)
· Los “intelectuales” y la crisis (Visitas 1)
· Rafael Gutiérrez-Colomer y su época. Arte, cultura y sociedad en Cantabria 1968-1985 (Visitas 1)
· La vida en los universos paralelos: El mundo de Agharta, de Rasha Mayka Baghdadi y Alejandra López (Visitas 1)
· Adiós a las almas, las memorias de un escritor que fue sacerdote: Francisco Pérez Gutiérrez (Visitas 1)
· La cuestión religiosa durante la Segunda República (Visitas 1)
· ¿Qué hacen en Irak los soldados centroamericanos? (Visitas 1)
· Un ejemplo de las posibilidades del análisis contrafactual en los estudios históricos (Visitas 1)
· Revivir el pasado (Visitas 1)
· Un poco de Malabo en Lavapiés (Visitas 1)
· Casas vacías (Visitas 1)
· ¡Kon nichiwa! (Visitas 1)
· Las relaciones entre España y Marruecos (Visitas 1)
· La oscura historia del PNV: traición a la II República, delación de la izquierda latinoamericana y otras cosillas (Visitas 1)
· Una defensa del sistema constitucional y autonómico español (Visitas 1)
· Cuando el folk se hizo rock and roll (Visitas 1)
· Cartografía de la historia cultural (Visitas 1)
· George L. Mosse: "La nacionalización de las masas" (Marcial Pons, Madrid, 2005) (Visitas 1)
· Enrique de Angulo: "Diez horas de Estat Català" (Encuentro, Madrid, 2005) (Visitas 1)
· Crítica de "La vida te da", quinto CD de Amparanoia (Visitas 1)
· Armand Mattelart: "Diversidad cultural y mundialización" (Paidós, 2006) (Visitas 1)
· La huella indeleble de David Gilmour (Visitas 1)
· A. Vidal-Quadras, "La Constitución traicionada" y A. Espada, "Informe sobre la decadencia de Cataluña" (Visitas 1)
· Mario Vargas Llosa: "Travesuras de la niña mala" (Alfaguara, 2006) (Visitas 1)
· Algo fresquito para el verano (Visitas 1)
· Florencio Domínguez: "Josu Ternera. Una vida en ETA" (La Esfera de los Libros) (Visitas 1)
· Jared Diamond: "Colapso. Por qué unas sociedades perduran y otras desaparecen" (Debate, 2006) (Visitas 1)
· Javier Tomeo: "La noche del lobo" (Anagrama, 2006) (Visitas 1)
· Tony Judt: "Posguerra" (Taurus, 2006) (Visitas 1)
· La Falange (Visitas 1)
· Paul Auster: "Brooklyn Follies" (Anagrama, 2006) (Visitas 1)
· Triunfar en Madrid (Visitas 1)
· Crítica de película "La vida de los otros", de Florian Henckel Von Donnersmarck (Visitas 1)
· John Colville: "A la sombra de Churchill. Diarios de Downing Street 1939-1955" (Galaxia Gutenberg, 2007) (Visitas 1)
· David McCullough: "1776" (Belacqva, 2006) (Visitas 1)
· María Zambrano o la continuidad de la filosofía española (Visitas 1)
· Retrato de José Ribas y la revista "Ajoblanco" (Visitas 1)
· Los regímenes populistas en América Latina (Visitas 1)
· James Boswell: Vida de Samuel Johnson (Acantilado, 2007) (Visitas 1)
· Bolivia en el precipicio (Visitas 1)
· Juan Carlos Romero Mestre: ¿En qué estarán pensando los escalares? (Vision Net, 2006) (Visitas 1)
· Crítica de la película Media Luna, del director kurdo Bahman Ghobadi (Visitas 1)
· James Owen: Nuremberg. El mayor juicio de la historia (Crítica, 2007) (Visitas 1)
· El flamenco en Barcelona: la época de esplendor (Visitas 1)
· Jorge Wagensberg: El gozo intelectual (Tusquets, 2007) (Visitas 1)
· Los problemas sociales de los inmigrantes (Visitas 1)
· Albert Boadella y el mosaico catalán (Visitas 1)
· Crítica de la película Promesas del Este, de David Cronenberg (Visitas 1)
· Juan José Millás: El mundo (Planeta, 2007) (Visitas 1)
· Crítica de la película Deseo, peligro, del director Ang Lee (Visitas 1)
· Amir Valle: Santuario de sombras (Almuzara, 2006) (Visitas 1)
· África y los retos de la globalización (Visitas 1)
· Federico Jiménez Losantos: La ciudad que fue. Barcelona, años 70 (Temas de Hoy, 2007) (Visitas 1)
· Instrucciones para Amanecer (Visitas 1)
· Umberto Eco: Historia de la fealdad (Lumen, 2007) (Visitas 1)
· Daniel Mendelsohn: Los hundidos (Destino, 2007) (Visitas 1)
· Noah Gordon: La bodega (Roca, 2007) (Visitas 1)
· Canibalia. Canibalismo, calibanismo, Antropofagia cultural y consumo en América Latina (Visitas 1)
· Pilar Cernuda: Contra el talante (Debate, 2008) (Visitas 1)
· Martin Amis: La Casa de los Encuentros (Anagrama, 2008) (Visitas 1)
· Fernando Sánchez Dragó: Y si habla mal de España... es español (Planeta, 2008) (Visitas 1)
· Ian McEwan: Chesil Beach (Anagrama, 2008) (Visitas 1)
· Crítica de No es país para viejos, película de los hermanos Coen (Visitas 1)
· Niklas Luhmann: El amor como pasión (Península, 2008) (Visitas 1)
· El Dos de Mayo: aquel hecho (Visitas 1)
· Crítica de la película La edad de la ignorancia, de Denys Arcand (Visitas 1)
· Dig Lazarus dig!!!, CD de Nick Cave (Visitas 1)
· Crítica de Mil años de oración, película de Wayne Wang (Visitas 1)
· Crítica de Antes de que el diablo sepa que has muerto, película de Sidney Lumet (Visitas 1)
· Lugares comunes latinoamericanos (Visitas 1)
· Sándor Márai: La extraña (Salamandra, 2008) (Visitas 1)
· Mara Lea Brown: Soleá (Ediciones Carena, 2007) (Visitas 1)
· Bruce Bégout: Lugar común. El motel americano (Anagrama, 2008) (Visitas 1)
· Lugares comunes latinoamericanos: Los inmigrantes llegaban masivamente sin visas ni restricciones (Visitas 1)
· Steven Bach: Leni Riefenstahl (Circe, 2008) (Visitas 1)
· Anna Caballé El bolso de Ana Karenina (Península, 2008) (Visitas 1)
· Lugares comunes latinoamericanos: Bolivia, la democracia cercada (Visitas 1)
· Paul Krugman: Después de Bush. El fin de los neocons y la hora de los demócratas (Crítica, 2008) (Visitas 1)
· Un satélite bolivariano y socialista cabalga por el espacio (Visitas 1)
· Barack Obama: Los sueños de mi padre. Una historia de raza y herencia (Almed, 2008) (Visitas 1)
· Crítica de Hey Eugene, CD de Pink Martini (Visitas 1)
· ¿Hacia dónde gira la Revolución Cubana? (Visitas 1)
· Jacob Weisberg: La tragedia Bush (RBA Libros, 2008) (Visitas 1)
· Políticas de equidad en España: Zapatero y la desigualdad (Visitas 1)
· Stieg Larsson: La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina (Destino, 2008) (Visitas 1)
· Pasqual Maragall: Oda inacabada. Memorias (RBA Libros, 2008) (Visitas 1)
· Guillerno Cabrera Infante: La ninfa inconstante (Galaxia Gutenberg / Círculo de Lectores, 2008) (Visitas 1)
· Julio Camba: La rana viajera (Alhena Media, 2008) (Visitas 1)
· David Morley: Medios, modernidad y tecnología (Gedisa, 2008) (Visitas 1)
· Tonight: Franz Ferdinand, CD de Franz Ferdinand (Visitas 1)
· Hacia el Mar Egeo. Las memorias de un helenista durante la Segunda Guerra Mundial (Visitas 1)
· Leopoldo Abadía: La crisis ninja y otros misterios de la economía actual (Espasa, 2008) (Visitas 1)
· Agustín Fernández Mallo: Creta lateral travelling (Sloper, 2009) (Visitas 1)
· Puerto Presente, CD de Macaco (Visitas 1)
· Jean-Gustave-Marie Le Clézio: La música del hambre (Tusquets, 2009) (Visitas 1)
· Toni de la Rosa: La escuela rota. Racismo y exclusión en las aulas (Ediciones Carena, 2009) (Visitas 1)
· Together Through Life, CD de Bob Dylan (Visitas 1)
· Lugares comunes latinoamericanos: La historia está para ser manipulada (Visitas 1)
· Andrés Trapiello: Los confines (Destino, 2009) (Visitas 1)
· Javier Cercas: Anatomía de un instante (Mondadori, 2009) (Visitas 1)
· Mark Tungate: El universo publicitario. Una historia global de la publicidad (Gustavo Gili, 2009) (Visitas 1)
· Miguel Veyrat: Razón del Mirlo (Visitas 1)
· Entrevista a José Luis Villar, autor de La voz del alma (Visitas 1)
· Raúl Eguizábal: Industrias de la conciencia. Una historia social de la publicidad en España (Península, 2009) (Visitas 1)
· Argentina: fin de ciclo (Visitas 1)
· Stieg Larsson: Millennium 3. La reina en el palacio de las corrientes de aire (Destino, 2009) (Visitas 1)
  • Novedades

    Wise Up Ghost, CD de Elvis Costello and The Roots (por Marion Cassabalian)
  • Cine

    Profesor Lazhar (Monsieur Lazhar), película de Philippe Falardeau (por Eva Pereiro López)
  • Sugerencias

  • Música

    Tango 3.0, CD de Gotan Project (por Marion Cassabalian)
  • Viajes

  • MundoDigital

    ¿Realmente hay motivos para externalizar la gestión de un website?
  • Temas

    Los ciberderechos en la empresa
  • Blog

  • Creación

    Poemas de Manuel Crespo
  • Recomendar

    Su nombre Completo
    Direccción de correo del destinatario
Stieg Larsson: <i>Millennium 3. La reina en el palacio de las corrientes de aire</i> (Destino, 2009)

Stieg Larsson: Millennium 3. La reina en el palacio de las corrientes de aire (Destino, 2009)

    TÍTULO
Millennium 3. La reina en el palacio de las corrientes de aire

    AUTOR
Stieg Larsson

    EDITORIAL
Destino

    TRADUCCCION
Martin Lexell y Juan José Ortega Román

    OTROS DATOS
Barcelona, 2009. 860 páginas. 22,50 €



Stieg Larsson

Stieg Larsson


Reseñas de libros/Ficción
Stieg Larsson: Millennium 3. La reina en el palacio de las corrientes de aire (Destino, 2009)
Por Juan Antonio González Fuentes, jueves, 2 de julio de 2009
Esta reseña me está costando mucho escribirla. La razón sin duda estriba en que ya he escrito sobre el libro en otras dos ocasiones, sumando ésta nada más y nade menos que la tercera incursión crítica sobre sus páginas. Este comienzo requiere tal vez de una explicación, y “esta explicación que les debo se la voy a pagar” (broma para cinéfilos empedernidos). No, no es que haya publicado con esta tres reseñas distintas sobre La reina en el palacio de las corrientes de aire (Destino, 2009) del novelista sueco Stieg Larsson (1954-2004), es que ya he comentado en este mismo espacio las dos entregas anteriores de la conclusa trilogía Millenium, protagonizada por el cuarentón periodista Mikael Blomkvist (remedo sin duda del propio Stieg Larsson) y la hacker informática asocial Lisbeth Salander, a su vez remedo posmoderno de la entrañable Pipi Langstrump, como reconoció su creador en una entrevista poco antes de morir. Hablo entonces de tres novelas distintas ( Los hombres que no amaban a las mujeres, La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina y La reina en el palacio de las corrientes de aire) pero formando una única historia verdadera (Millenium), o de una única novela verdadera, entregada en tres entregas (valga la redundancia), como en el siglo XIX vieron las luz casi todos los folletines y más de cuatro obras maestras de la literatura universal.
Toda esta larga aclaración es para solicitarle al amable lector de estas líneas que me haga, si le place, un pequeño favor: leer las otras dos entregas de mi comentario aparecidas en estos ojosdepapel tan acogedores, pues mis tres reseñas son, claro, tan solo una dividida en tres partes. Aclarado lo cual, me dirijo directo al grano.

En la única entrevista que en su vida concedió Stieg Larsson, el 18 de abril de 2004 a la revista sueca Svensk Bokhandel, el autor aseguraba que era en la tercera y última entrega de la trilogía Millenium, la que aquí ahora comentamos, cuando se cerraban todas las historias planteadas y se ponían todos los puntos sobre las íes, o con otras palabras, cuando toda la complicada trama expuesta poco a poco a lo largo y ancho de los dos primeros libros quedaba por fin explicada de forma cristalina y meridiana. También aseguraba entonces Larsson que, a pesar de lo dicho, cada una de las entregas podía leerse por separado, pues son historias autoconclusas. Sí y no. Sí estoy de acuerdo con el autor en lo que respecta a que el volumen La reina en el palacio de las corrientes de aire es la conclusión y cierre de todo lo iniciado en los otros títulos, y que los tres libros pueden leerse más o menos bien por separado, pues nunca terminan con un continuará... Pero no estoy muy de acuerdo con Larsson en torno al grado de independencia de los tres libros, pues insisto en la idea, a mi me parecen un mismo libro, es decir, una misma y larga historia que, hábilmente, ha sido lanzada al mercado en tres partes. Sólo puede entenderse plenamente toda la narración leyendo todas las páginas y además en su orden lógico y natural.

Dicho esto me muestro de acuerdo con la crítica en El Cultural de Rafael Narbona cuando señala que “la tercera entrega de Millenium roza la perfección narrativa al combinar con una rara precisión elementos de la intriga policiaca, la novela negra y las tramas de espionaje. La reflexión moral y política disipa cualquier ilusión de banalidad”. Sí señor, estoy de acuerdo. Tengo la ligera impresión de que cuando Stieg Larsson concibió la historia que le ha dado fama mundial y póstuma, era muy consciente del tipo de artefacto literario que quería construir para ofrecérselo al público lector: páginas de literatura ligera, de puro entretenimiento, escritas con agilidad periodística de pura raza, páginas trufadas de denuncia política y la crítica sobre aspectos muy oscuros de la en principio super desarrollada y super civilizada e intachable sociedad sueca; páginas, en definitiva, de consumo rápido y muy ameno en las que sin embargo la banalidad pura y dura no fuera un ingrediente de peso a tener muy en cuenta. Y a fe que Larsson logró su propósito.

Este despliegue hercúleo de voces o tramas, con los hilos conductor básicos y omnipresentes en casi permanente primer plano de Mikael, Lisbeth y la revista Millenium, está realizado por Larsson con ritmo y precisión. Y ahí, creo yo, reside la clave principal del éxito popular de tamaña saga

Y para alcanzarlo recurrió a fórmulas viejas y manidas pero que, como las del buen melodrama, siempre funcionan. A saber. La creación de una pareja de protagonistas en principio antagónicos entre sí desde muchos aspectos que, sin embargo, acaban complementándose a las mil maravillas aunque siempre con roces superlativos (Quijote y Sancho, no hace falta ir muy lejos). Me refiero claro está a Mikael Blomkvist y a Lisbeth Salander: hombre/mujer, distintas generaciones, distintos oficios, distintas clases sociales, distintas personalidades, distintas procedencias, distintas educaciones sentimentales y puestas en escena... Un acierto pleno eso de juntar a dos personajes tan dispares. Después, a lo largo de toda la trama desarrollada en la anchísima trilogía Larsson mezcla con paciencia y sabiduría asuntos que casi siempre han funcionan juntos o por separado a lo largo de la historia de la creación popular de los dos últimos siglos: asesinatos en serie, investigación policial, investigación periodística paralela, sexo, drogas, trata de blancas, mafias, negocios fraudulentos multimillonarios, servicios secretos, imperios políticos que se desmoronan, residuos elocuentes de fascismo, pistas falsas, persecuciones, seguimientos, etc, etc... Sólo que Larsson ha optado por mezclar las “distintas voces”, las distintas tramas presentadas (a veces sin aparente conexión entre sí), la ingente cantidad de personajes dibujados, la montaña de pistas y situaciones paralelas entre sí y por sí, con la mismísima habilidad armónica con la que por ejemplo Rossini escribía determinados fragmentos de sus óperas en los que un cúmulo variopinto de voces se van sumando con la misma frase o frases distintas, en forma de creciente espiral, hasta desembocar en una apoteosis vocal espectacular, rítmica y repito, muy armónica.

Insisto, si Rossini le hace cantar al tenor ligero una frase, a la que le suma encima la de la soprano, y a esta se le suma a la vez la de un bajo, y a todas la del barítono, y a todas las formadas ya y en pleno esfuerzo la de la mezzo, y finalmente, en un estallido prodigioso y casi inconcebible, un coro completo se une al canto de los cinco protagonistas, así ha procedido Larsson en la construcción de sus novelas. Sí, ha ido acumulando tramas distintas y aparentemente inconexas entre sí, cada trama aporta sus propios personajes principales, secundarios y terciarios, creando una especie de espiral narrativa enrevesada en su geografía pero relativamente fácil de seguir en una lectura atenta. Y esa espiral narrativa llega a su clímax o apoteosis en La reina en el palacio de las corrientes de aire, en cuyo final sinfónico y coral todas las tramas planteadas y desarrolladas encuentran por fin un hilo conductor común, una única senda principal cuyo atento recorrido aclara todo, todo lo coloca en su sitio. Evidentemente no voy a desvelar casi nada al respecto. Y evidentemente, por mucho que Larsson no lo quisiera dejar claro, Millenium requiere (quizá no exija) la lectura completa de la trilogía, desde la página uno del primer libro a la última del tercero.

Este despliegue hercúleo de voces o tramas, con los hilos conductor básicos y omnipresentes en casi permanente primer plano de Mikael, Lisbeth y la revista Millenium, está realizado por Larsson con ritmo y precisión. Y ahí, creo yo, reside la clave principal del éxito popular de tamaña saga. Larsson supo tener la habilidad literaria, de inteligencia, digámoslo ya, el talento, de que la estructura plúmbea y quizá grandilocuente y enrevesada de su aparato narrativo fuera construida con materiales ligeros, asequibles, “baratos”, y que su despliegue ante la mente del lector se haga a un ritmo trepidante, con una cadencia de dosis justas y precisas para no embotar y ser asimiladas sin esfuerzos mayúsculos. Ese es el acierto como escritor de Larsson: crear un elefante con plumas, y además hacer que algunas plumas lleven incluso consigo su letal carga de ácido sulfúrico social y político.

Resumiendo. Los personajes levantados sobre el papel por Larsson son planos, esquemáticos, sin desarrollo ni espiritual ni vital, son folletinescos en el peor sentido de la palabra en su propia concepción, pero también son variopintos y vienen a reflejar con alguna precisión lo complejo de una opulenta sociedad contemporánea

Y es que, lo tengo que adelantar en una sola pincelada a vuelapluma, discúlpenme amables lectores, el culpable último del pandemonium criminal y complejamente delictivo que plantea Larsson en la trilogía y resuelve en La reina en el palacio de las corrientes de aire, es el propio gobierno sueco, o para ser más precisos o exactos, algunas tuberías incontroladas e incontrolables del estado sueco que llegan a usar del crimen, a tolerarlo o fomentarlo en otros, en nombre de una supuesta defensa de la democracia y el bienestar del Suecia, esa sociedad para muchos ejemplo perfecto del más alto grado de desarrollo humano sobre la faz de la tierra.

Resumiendo. Los personajes levantados sobre el papel por Larsson son planos, esquemáticos, sin desarrollo ni espiritual ni vital, son folletinescos en el peor sentido de la palabra en su propia concepción, pero también son variopintos y vienen a reflejar con alguna precisión lo complejo de una opulenta sociedad contemporánea. El cúmulo de tramas y subtramas confeccionado con sapiencia artesanal por Larsson le da cierta apariencia de complejidad intelectual a las tres novelas, lo que hace que muchos lectores se sientan inteligentes y secretamente agradecidos por ello al autor. Pero el artesano Larsson logra que su enrevesada propuesta no se transforme en pieza rijosa, plúmbea e inaccesible, al contrario, la construye con ligereza y ritmo frenético, muy bien dosificado. Y por último, a los más sempiternos asuntos del melodrama y de la literatura más popular y masificada elaborada siempre con ingredientes de los pecados capitales (en este caso lujuria, avaricia, ira, soberbia y envidia) que acaban siempre en asesinato, sexo, poder y dinero, Larsson logra inocularse además trazas visibles propios de temas “culturalmente más serios y respetados”, como la denuncia de eternos residuos de fascismo, de intolerancia racista, del maltrato a la mujeres, de poderes ocultos y manipuladores dentro de los llamados estados democráticos, de la corrupción generalizada en las grandes empresas y los grandes negocios, del control político y económico de la opinión pública por parte de los distintos poderes, de la corrupción judicial, de las mafias policiales conchabadas con las organizaciones de delincuentes, del desmoronamiento incontrolado de los antiguos países bajo dominio soviético, etc...

Ni Stieg Larsson ni su(s) novela(s) pretenden quedar incorporados a próximas ediciones del Canon occidental del atildado Harold Bloom. Larsson y su obra pretendían cuando surgieron a la luz pública vender muchos ejemplares, entretener, concienciar a la masa lectora de algunas realidades y mantener cierto espíritu crítico despierto con respecto a su entorno (por idílico que pudiera parecer) entre quienes leen libros, aunque sólo sea para llamar al sueño. ¡Enhorabuena señor Larsson, lo ha conseguido con creces! Donde quiera que se encuentre puede usted descansar tranquilo. Ah!, y muchas gracias por tan buenos ratos.
  • Suscribirse





    He leido el texto legal


  • Reseñas

    Los habitantes del bosque, de Thomas Hardy (por Ana Matellanes García)
  • Publicidad

  • Autores