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    AUTOR
Florencio Domínguez

    GÉNERO
Historia

    TÍTULO
ETA en Cataluña. De Tierra Lliure a Carod-Rovira

    OTROS DATOS
Temas de Hoy. Madrid, 2005. 249 páginas. 17,50 €

    EDITORIAL
Temas de hoy



Florencio Domínguez

Florencio Domínguez


Reseñas de libros/No ficción
El terrorismo vasco en Cataluña
Por Rogelio López Blanco, martes, 7 de junio de 2005
Florencio Domínguez, experto en cuestiones relacionadas con la política del País Vasco y el terrorismo, cuenta la historia de la actividad de ETA en Cataluña, analizándola en el contexto general de las estrategias y operaciones de la banda. Es un trabajo sumamente interesante para valorar la importancia que la organización terrorista da a Cataluña y el efecto de sus actuaciones sobre el conjunto de las fuerzas políticas y la sociedad.
ETA, primero con sus dos grupos independientes, “político-militar” –hasta 1981- y “militar”, luego tal como se conoce hoy, siempre ha actuado en Cataluña en razón de sus conveniencias, para extender los frentes, con objeto de escapar al ahogo de los cuerpos de seguridad en el País Vasco y Madrid, por las facilidades del acceso a Francia, cierto nivel de colaboración y, muy particularmente, como en el caso de la capital de España, por la repercusión mediática de sus atentados, muy superior a la de otros lugares. Esto para Cataluña ha supuesto desde 1982 la muerte de 54 personas (34 de ellas ciudadanos corrientes) y 224 heridos en 67 acciones criminales.

Es cierto que ha habido una colaboración interior con ETA significativa, si bien no ha sido determinante. La sociedad catalana tradicionalmente ha considerado exterior el problema del terrorismo vasco. Sólo hacia 2001 surgió una preocupación social amplia cuando se tomó conciencia que quienes habían ayudado a los asesinos de Ernest Lluch y otros políticos, aunque no eran no más de una decena de personas, procedían de unos ambientes antisistema integrados por miles de adeptos que podían llegar a constituir al caldo de cultivo de un futuro filón de violencia.
Tras la lectura cabe preguntarse de qué modo afectó la actividad terrorista etarra a la sociedad catalana en lo que respecta a la recepción de un mensaje violento. ¿La masacre de Hipercor o el desalojo de miles de personas en Tarragona por las explosiones provocadas en una planta de refino de petróleo fueron una suerte de vacuna?

Hasta esa etapa, los apoyos se restringieron a lo que sería Terra Lliure, que apostaba por tener una vía autónoma de lucha armada y ya se había decidido por la opción violenta antes de contactar con los vascos para obtener instrucción y aprovisionamiento, de grupos de extrema izquierda y ultraizquierdistas que actuaban por libre. Una parte del independentismo catalán, por el contrario, condenaba las acciones de ETA por “perturbar la dinámica de la lucha armada en los Países Catalanes” y otra mayor, en torno a ERC, se oponía a esta vía, en Cataluña, por considerarla contraproducente para sus intereses políticos. El autor no se lo plantea en el libro porque es ajeno al tema que desarrolla, pero tras la lectura cabe preguntarse de qué modo afectó la actividad terrorista etarra a la sociedad catalana en lo que respecta a la recepción de un mensaje violento. ¿La masacre de Hipercor o el desalojo de miles de personas en Tarragona por las explosiones provocadas en una planta de refino de petróleo fueron una suerte de vacuna?

Son tres los episodios terroristas que más destacan en el ámbito catalán, sin por ello despreciar al resto de las víctimas: Hipercor, el asesinato de Lluch y la reunión de Carod con la cúpula de ETA. El autor contextualiza con rigor y profundidad cada uno de los actos en el marco de las estrategias de ETA, dándoles una dimensión que supera claramente las referencias catalanas. Respecto a la masacre, acerca de la que ETA transferiría las culpas a las fuerzas de seguridad y la empresa, el autor aporta un análisis demoledor del parlamentario europeo de HB, Txema Montero: “Cuando se parte, como ETA, de la maldad intrínseca de la policía y los capitalistas, que van a hacer lo imposible para que no haya un desalojo, el resultado es imprevisible”. Palabras calificadas de “peligrosísimas “ por los presos encarcelados. La causa del asesinato de Lluch no radicó en que fuera partidario del diálogo, sino por pura cuestión de accesibilidad y oportunidad de asesinar a un líder socialista, y la razón de fondo estuvo en la estrategia etarra de mantener aislado al PNV del PSOE tras la ruptura de la tregua en 1999 matando a varios miembros significados de este partido. Con Carod había quedado claro en numerosas ocasiones que éste deseaba hablar con ETA y pedirle que dejara de atentar en Cataluña, deseos que le concedieron, no para perjudicarle, sino como parte de su política de “cerrar frentes “ a cambio de obtener ventajas políticas. En este caso, dejar en evidencia a los nacionalistas vascos y ocupar un protagonismo público que ya no tenía por el acoso policial y la persecución judicial de su entorno.

El libro se completa con un análisis de las tres estrategias desarrolladas por la banda desde 1978 hasta 2004, en que ya parece preverse su derrota. Florencio Domínguez deja planteada magistralmente los términos de la cuestión antes de que se celebren las elecciones autónomas vascas, partiendo del significado de la oferta de Batasuna en Anoeta (noviembre de 2004) y de la realidad brutal y reveladora que traza la carta (agosto 2004) del antiguo dirigente, ahora preso, Francisco Múgica Garmendia (Pakito) y cinco compañeros más, también muy cualificados como responsables de la banda en otros periodos: “nuestra estrategia político-militar ha sido superada por la represión del enemigo”. La banda terrorista ya es incapaz de condicionar la vida pública como lo ha venido haciendo hasta ahora, le queda aprovechar la carta de la paz.
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