Director: Rogelio López Blanco      Editora: Dolores Sanahuja      Responsable TI: Vidal Vidal Garcia     
Historial de visitas

· 7 nuevos haikus de Juan Antonio González Fuentes (Visitas 1)
· Un pintor llamado Bob Dylan (Visitas 1)
· El final de Raoul Wallenberg y la lista de Schindler subastada: dos historias de nazis y judíos (Visitas 1)
· El jamón del estudiante musulmán: la punta de un peligrosísimo iceberg (Visitas 1)
· Las 20 mejores orquestas sinfónicas del mundo según la revista Gramophone (Visitas 1)
· 7 nuevos haikus de Juan Antonio González Fuentes (Visitas 1)
· Haikus sin estación: un autorretrato de J. A. González Fuentes (Visitas 1)
· Invertir en la corrección del “lenguaje sexista” en plena crisis económica. Pasen y vean (Visitas 1)
· Ivorypress Art+Book, el regreso madrileño de Elena Ochoa (Visitas 1)
· Herbert von Karajan en su centenario: el director majestuoso, el ególatra (Visitas 1)
· El fin de la Historia (Visitas 1)
· Marcel Marceau: el arte del silencio (Visitas 1)
· El poeta Julio Maruri se despide del pintor Ángel Medina (Visitas 1)
· El Canto de los remeros del Volga y Balákirev y Manuel de Falla (Visitas 1)
· El coste del Estado Autonómico en España y la crisis económica (Visitas 1)
· Work in progress, poema en proceso (Visitas 1)
· Una foto para emborracharse. Cuestión de marketing y publicidad (Visitas 1)
· Chopin, entero, por el precio de una cena (Visitas 1)
· La Novena de Beethoven en Japón: música navideña (Visitas 1)
· Tensar el arco y otros problemas (Bartleby), Robert Duncan en traducción de Marta López Luaces (Visitas 1)
· ¡¡¡Hijoputa no es un insulto según un juez de Barcelona!!! (Visitas 1)
· Siete colores contados. Siete pintores de Cantabria de la generación de posguerra (Visitas 1)
· John Wayne: Ethan Edwards y Tom Doniphon (Visitas 1)
· El Barbero de Sevilla y Aquí hay tomate (Visitas 1)
· Between the devil and the deep blue sea, por George Harrison, canción de ¿Qué fue de los Morgan? (Visitas 1)
· La muerte y la doncella: Schubert, Polanski y Cuarteto Jerusalén (Visitas 1)
· My darling Clementine de John Ford, el duelo en Ok Corral versión UCLA (Visitas 1)
· La tumba vacía de García Lorca y la Memoria Histórica (Visitas 1)
· Cassandra’s dream de Woody Allen (Visitas 1)
· La historia del condón que era bolsa de pipas (Visitas 1)
· Charlie Chaplin in Zepped, una película inédita de Charlot (Visitas 1)
· 40 años del viaje a la luna: ¿un fraude de viaje? (Visitas 1)
· El caso Garzón o cómo socavar las bases de la actual democracia en España: reflexiones de José Varela Ortega (Visitas 1)
· Pequeño homenaje a Peter Viertel (Visitas 1)
· Luigi Boccherini, ese desconocido (Visitas 1)
· Prokofiev y Rostropovich: una sonata para chelo casi al alimón (Visitas 1)
· La Praga del Golem, Smetana, Kafka y el Moldava (Visitas 1)
· El Guadalquivir no llamó la atención de Mozart, Verdi, Bizet, Rossini... (Visitas 1)
· Plácido Domingo enfermo cancela en el Covent Garden. ¿El temido principio del fin? (Visitas 1)
· El pintor Solana contado por el poeta José de Ciria (Visitas 1)
· Ladrón de Guevara escucha a Barbara Bonney y habla de Nacionalismo (Visitas 1)
· Democracia y poder en México: pedagogía política frente a manipulación publicitaria (Visitas 1)
· Historia de una foto (Visitas 1)
· Malibrán. Pasión y muerte (Martínez Roca), de Mara Malibrán (Visitas 1)
· El indecente Willy Toledo habla de Orlando Zapata y de Cuba (Visitas 1)
· El arqueólogo Paul Pelliot y la cueva china llena de manuscritos (Visitas 1)
· Mozart: el milagroso adagio del cuarteto nº 12 (Visitas 1)
  • Novedades

    Wise Up Ghost, CD de Elvis Costello and The Roots (por Marion Cassabalian)
  • Cine

    Yo soy el amor (Io sono l’amore), película de Luca Guadagnino (por Eva Pereiro López)
  • Sugerencias

  • Música

    Same Girl, CD de Youn Sun Nah (por Marion Cassabalian)
  • Viajes

  • MundoDigital

    ¿Realmente hay motivos para externalizar la gestión de un website?
  • Temas

    El futuro de Cuba (por Joaquín Roy)
  • Blog

  • Creación

    La materia valverdiana (por Nicanor Gomez Villegas)
  • Recomendar

    Su nombre Completo
    Direccción de correo del destinatario
martes, 16 de octubre de 2007
Mozart: el milagroso adagio del cuarteto nº 12
Autor: Juan Antonio González Fuentes - Lecturas[13725] Comentarios[1]
El adagio del cuarteto nº 12 de Mozart es un milagro que ningún ser humano debería morir sin haber escuchado y sentido con plena atención

www.ojosdepapel.com

Juan Antonio González Fuentes

Si con la aguja de un compás gigantesco pudiera pinchar exactamente mi casa, y trazar alrededor un círculo que en vez de espacio físico estableciese el espacio temporal de quince minutos, delimitaría una geografía en torno a mi hogar en el que con una inversión máxima, insisto, de quince minutos andando, tendría la posibilidad de acercarme a la filmoteca regional de Cantabria, o a la filmoteca municipal de Santander en el cine Los Ángeles, o a mi librería favorita Gil, o a mi puesto preferido de perritos calientes en la plaza de Pombo, o al Ateneo de Santander, o a mi despacho de trabajo, o a la sala de exposiciones del Mercado del Este, o al teatro y sala de exposiciones de Caja Cantabria, o a la sala de exposiciones de la Fundación Botín en la calle del Martillo, a mi pastelería Máximo Gómez de guardia, o al Museo de Bellas Artes, o a la sede de la Fundación Gerardo Diego, o a la Biblioteca de Menéndez Pelayo, o a la chocolatería Áliva, o a media docena de locales de copas y pinchos que de vez en cuando frecuento, o a...

Quiero decir con toda esta retahíla a buen seguro insufrible para el lector, que ando bastante por las calles de mi ciudad y que apenas saco de su aparcamiento el vetusto Golf que heredé de mi padre. Sí, ando mucho por la ciudad, la verdad es que entre semana me desplazo a todos mis los lugares habituales andando, y que mi pequeño escenario vital es en verdad pequeño y muy asequible al paseo.


www.ojosdepapel.com
Wolfgang Amadeus Mozart


Y cuando paseo canto. No, aún no formo parte de la legión de pirados con distintas mañas y aficiones que pueblan el paisaje urbano de Santander, o al menos no he caído todavía en la cuenta de engrosar tan delirantes filas. Canto o tarareo sólo para mí, para mis adentros, y en tal condición debo decir que he logrado convertirme en un virtuoso de la voz y de varios instrumentos, incluso en un reputadísimo director de orquesta.

Sí, canto arias de ópera, generalmente para tenor, aunque también me atrevo con algunos momentos para barítono especialmente hermosos en mi opinión. La que más veces se repite en mi repertorio silente, no sé por qué a bote pronto, es “Tombe degli avi miei”, de la ópera de Donizetti Lucia di Lammermoor, pero podría nombrar otras muchos instantes de ópera que en mi voz callada hago memorables y merecedores de aplausos y bravos mientras camino.

Pero de un tiempo a esta parte las arias de ópera han quedado arrinconadas en mi repertorio, incluso los conciertos para piano y orquesta que interpreto con las manos en los bolsillos del pantalón o la chaqueta y moviendo los dedos han quedado también olvidados. Desde que no tengo televisión y paso las noches enteras leyendo y escuchando música no me quito de la cabeza, de ninguna manera, una melodía que he redescubierto en el trascurso de estas escuchas atentas y misteriosas en el silencio y la oscuridad de la noche.

Se trata del adagio del cuarteto para cuerdas número 12 de Mozart. Sí, es evidente que ya había oído sus notas en otras ocasiones, pero ha sido ahora cuando esta música ha echado raíces profundas dentro de mí y no me abandona ni al sol ni a la sombra, quizá ya para siempre.

¿Es posible una música en apariencia más sencilla, más relajada, más serena, más etérea, con más alas? Y a la vez, exactamente al mismo tiempo, ¿es concebible una música más profunda, más sabia, más hondamente humana, más insondable, más abarcadora de todo tipo de emociones y pensamientos? Este adagio mozartiano es un milagro construido sobre los soportes menos altivos que imaginarse uno pueda. Su escucha es tan emocionante, tan purificadora, que uno siente que le han dado la vuelta como a un calcetín, que por fin ha topado con una materia producida por alguien que parece haberlo entendido todo: el principio y el final, la razón de ser de la vida y de la muerte, la alegría y la tristeza, la grandeza más absoluta y la modestia destilada hasta la esencia. Todo, de principio y fin parece estar condensado en estos minutos de música prodigiosa y alejada por completo de lo gradilocuente y lo vacuo.

Ningún ser humano debería morir sin haber escuchado y sentido estas páginas cuyas notas contienen lo concebible y lo inconcebible con la serenidad pasmosa que sólo puede estar inmersa en el mayor y más natural de los milagros.

______________________________________________________________________
NOTA: En el blog titulado El Pulso de la Bruma se pueden leer los anteriores artículos de Juan Antonio González Fuentes, clasificados tanto por temas (cine, sociedad, autores, artes, música y libros) como cronológicamente.


Comentarios
16.02.2009 1:25:12 - Paulina Sanchez



Siempre me ha gustado todo tipo de musica, pero cuando escuche Adagio de Mozart fue increible lo que senti. Y cuando lei este articulo me identifique tanto con este milagro.










  • Suscribirse





    He leido el texto legal


  • Reseñas

  • Publicidad

  • Autores