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Luis María Llena

Luis María Llena

    AUTOR
Luis María Llena León

    LUGAR Y FECHA DE NACIMIENTO
Barbastro (Huesca; España), 1963

    BREVE CURRICULUM
Obtuvo el grado de bachiller en Teología por la Universidad Pontificia de Salamanca. A los 24 años se trasladó a Barcelona. En esta ciudad se licenció en Filosofía por la Universidad Ramon Llull, y en ella ejerce la docencia desde hace 21 año como profesor de bachillerato. Escribe textos para uso escolar. Ha publicado libros de ensayo y reflexión, principalmente sobre la tarea de educar, así como un libro de poesía en lengua catalana y diversas obras de teatro




Opinión/Entrevista
Entrevista a Luis María Llena, autor de El viejo que me enseñó a pensar
Por Jesús Martínez, viernes, 3 de septiembre de 2010
El Ligue

El impertérrito y descamisado Pablo Neruda se preguntó en el Libro de las Preguntas más de una cuestión indisoluble con tal ahínco que parecía que le buscara los tres pies al gato: “¿Por qué los árboles esconden el esplendor de sus raíces? ¿Hay algo más triste en el mundo que un tren inmóvil en la lluvia? ¿El leopardo hace la guerra?”. Luis María Llena (Barbastro, Huesca, 1963), profesor de Filosofía en el Centre López Vicuña de Barcelona, se hace las mismas preguntas, pero con menos prosodia, en El viejo que me enseñó a pensar, las reflexiones entre un niño y un monje y las enseñanzas que ambos reciben de los dos. Desde entonces, y fagocitado por la empírea duda acoplada a sus pensamientos, Luis María nunca ha dejado de hacerse preguntas: “¿Te imaginas qué pasaría si cada uno tuviera que cumplir sólo las normas que le apeteciera o aquellas que le gustaran más y que pudiera saltarse las que no le gustaran? ¿Aunque todos los relojes del mundo se pararan, el tiempo avanzaría?”.
Por casualidad, como sucede con las cosas realmente trascendentales, Luis María leyó La vieja señorita del paraíso, una pieza teatral de propósitos ilícitos y gusto relamido (“libertad primigenia, intacta, como la de los niños, que sabe distinguir con claridad lo real de lo solo tangible"). La leyó con 17 años, la edad de los descubrimientos, y le inclinó hacia uno de los dos caminos que se le presentaron en la encrucijada de su juventud. Luis era un escritor incipiente, pese a la confusión inicial en elegir su trayectoria académica: “A mi hermano y a mí nuestros padres nos ingresaron en un internado en Zaragoza. Él ha acabado siendo entrenador nacional de fútbol de la Selección de Nicaragua, por las carambolas del destino; había entrenado a equipos de tercera división en España, como la Sociedad Deportiva Huesca. En mis inicios, yo me decidí por la Teología, y recibía clases sobre los libros de la Biblia y el secreto de la resurrección de Cristo. Me acabé licenciando por la Universidad Pontificia de Salamanca”. (…hacerse preguntas: “¿Se arrepiente usted de todo lo que ha hecho?”).

A los 24 años, aguijoneado ya por las estacas de la dramaturgia, Luis María se llenó la cabeza de más y más preguntas (“¿odiar?”; “¿no podemos elegir las circunstancias que nos tocan vivir?”; “¿cómo se hace para intimar con Dios?”). El escritor que había querido ser, y que ya por las dehesas de las fábulas se encaminaba, tomó prestado el anillo de su confirmación como Pensador de la Cancillería de la Existencia Banal: el tiempo, la sociedad, los sentidos y la razón, la individualidad, la libertad, el bien y el mal, la conciencia, el amor, Dios y la muerte…, antología de proposiciones que toca en El viejo que me enseñó a pensar (Ediciones Carena, 2010). Se sacó la carrera de Filosofía por la Universitat Ramon Llull y comenzó a escribir teatro, hipnotizado por la farándula lorquiana, la sopa boba de Miguel Delibes en su magistral Cinco horas con Mario y la tensión acumulada en las obritas de Tennessee Williams: Mañana cumple usted 18 años (sobre unas ancianas que sueñan en la residencia en la que han sido ingresadas); La despedida de mamá (comedia en la que las hijas de una mujer desean que se muera para heredar su fortuna); La verdad, toda la verdad y nada más que la verdad (una parodia sobre la televisión-basura), y La vaca flaca (cómo se afronta una crisis económica sin que te falte de nada)…

El Grup de Teatre Champagne está representando Querida esnifanía, sobre el abuso de las drogas… Luis María Llena interpreta un papel a la medida de sus posibilidades: el Ligue.
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