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BHO (Barack Hussein Obama)

BHO (Barack Hussein Obama)

    AUTOR
Nicanor Gómez Villegas

    LUGAR Y FECHA DE NACIMIENTO
Villasevil de Toranzo (Cantabria, España), 1969

    BREVE CURRICULUM
Director del Colegio Mayor Universitario Isabel de España (Universidad Complutense), realiza colaboraciones en prensa y revistas especializadas. Es Doctor en Hª Antigua y Máster en Filología Hispánica. Amplió estudios en centros especializados de Roma, París, Bonn y Dublin. Su área de investigación es la Antigüedad Tardía. Ha publicado el libro Gregorio de Nazianzo en Constantinopla. Ortodoxia, heterodoxia y régimen teodosiano en una capital cristiana (Madrid, 2000)




Tribuna/Tribuna libre
BHO (Barack Hussein Obama)
Por Nicanor Gómez Villegas, martes, 1 de diciembre de 2009
Los norteamericanos, y en particular sus presidentes, tienen un sistema onomástico de tres nombres, análogo a los tria nomina de los romanos (praenomen, nomen, cognomen). Al igual que los emperadores de la república imperial en la que se inspiraron los padres fundadores para levantar las instituciones de los Estados Unidos de América, no hay un presidente que se precie que no tenga tres nombres: forename o given name, middle name y surname. Y entre los presidentes existe una liga muy especial: la compuesta por aquellos para los que con sólo nombrar el acrónimo compuesto por las tres iniciales de sus nombres, todo el mundo reconoce automáticamente a dicho presidente. El acrónimo más emblemático es JFK (John Fitzgerald Kennedy), aunque no se debe olvidar FDR (Franklin Delano Roosevelt) y más recientemente a padre e hijo de la misma dinastía: GHB (George Herbert Bush) y GWB (George Walker Bush).
El nuevo emperador tiene un singular precedente en la Roma imperial. Lucius Septimius Severus, nacido en la provincia romana de África, en lo que ahora es Libia, fue el primer africano llamado a ocupar la cumbre del Imperio Romano desde el 193 al 211 de nuestra era. Al igual que Apuleyo y Agustín de Hipona, Septimio Severo descendía parcialmente de un pueblo autóctono de África, los bereberes, por lo que su tono de piel no debió de ser muy diferente del de Barack Hussein Obama, quien ha logrado por derecho propio ser conocido universalmente por su acrónimo (BHO) antes incluso de tomar posesión como presidente de los Estados Unidos de América.

Si Barack evoca la frase Baarak(a) Allaah fiik (“Que Dios te bendiga”), Hussein es un nombre que para todo musulmán honra la memoria de Hussain Ibn Ali, el nieto del profeta Muhammad

La onomástica es una ciencia auxiliar de la historia que proporciona muchísimos datos sobre las civilizaciones que nos han dejado un legado onomástico. Probemos a estudiar durante unos momentos los tria nomina de BHO para saber algo más sobre el nuevo emperador. Aunque no lo educase en su lengua natal y en la religión de sus mayores, el Islam, Barack Hussein Obama (padre) le dio a su hijo keniata-norteamericano sus tres nombres. Obama es un nombre propio de la etnia luo, una familia etno-lingüística que ocupa una amplísima área del continente africano. Este nombre, obam, bastante común en muchas lenguas bantúes, podría traducirse como “curvado” o “inclinado”. Desde las orillas del lago Victoria, en la Kenia occidental, el apellido de la familia Obama será el del próximo presidente de los EUA. En la noche electoral tuvimos oportunidad de conocer que el apellido es muy común en Guinea Ecuatorial, y que en los países francófonos de África su ortografía es Obame.

En cuanto a los dos nombres, ambos son muy comunes en swahili, una lengua africana con una profunda impronta léxica del árabe. Si a ello añadimos la islamización, debemos concluir que el sistema onomástico de estos pueblos está muy influido por el árabe-islámico. Barack, en swahili al igual que en árabe, significa “bendito”, ya que procede de la base B-R-K, origen de muchas palabras relacionadas con el acto de bendecir. En hebreo tenemos un nombre emparentado con Barack, el nombre propio del filósofo Spinoza, Baruch, “Benito”. El segundo nombre, Hussein, es muy común entre los pueblos islamizados. Se trata de un diminutivo de Hassan, y podría traducirse como “bueno”, “bello”, “excelente”. Si Barack evoca la frase Baarak(a) Allaah fiik (“Que Dios te bendiga”), Hussein es un nombre que para todo musulmán honra la memoria de Hussain Ibn Ali, el nieto del profeta Muhammad.

La onomástica nos dice mucho de una persona. Pero también nos dice mucho de la grandeza de un pueblo que ha elegido a un líder cuyos antepasados paternos no llegaron precisamente a América en el Mayflower.
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