The Bright Mississippi es una obra maestra. Para su primer
disco en solitario desde hace más de diez años, el brillante pianista, cantante,
compositor y productor discográfico
Allen
Toussaint se rodeó de algunos de los mejores músicos de la escena
actual para interpretar clásicos de jazz, de blues o de swing -depende por donde
se mire- tan conocidos como «Egyptian Fantasy» de
Sidney Bechet o
«
Solitude»
de
Duke Elligton. Pero cuidado, este álbum no es un mero recopilatorio de
grandes estándares de jazz como tantos otros, sino un soberbio homenaje al
sonido de la vieja Nueva Orleans de mano de unos verdaderos virtuosos,
Toussaint incluido.
Presentación de The Bright Mississippi, CD de Allen
Toussaint (vídeo colgado en YouTube por
StockholmJazzFest)Esta pequeña joya se debe a
Joe Henry,
el productor de discos míticos como el
Don’t Give Up On Me de
Salomon
Burke o el álbum benéfico
Our New Orleans, entre otros. Moviendo los
hilos siempre desde la sombra y la humildad,
Henry es sin embargo el
principal protagonista de este disco elegante y cálido, ya que supo darle a cada
uno de los músicos su lugar, su momento y su oportunidad para brillar.
El mismísimo
Don Byron (clarinete) y el gran
Nicholas
Payton (trompeta) se encargan de los vientos, acompañados, en el decimo
tema, por un invitado que no necesita presentación: el saxofonista tenor
Joshua Redman. Por su parte,
Marc Ribot deslumbra literalmente con
su guitarra acústica, apoyado por el excelente bajo de
David Piltch.
Jay Bellerose (batería y percusiones) marca el ritmo con discreción y
precisión, dejando total libertad de expresión al maestro
Allen
Toussaint, quien le pidió a otro genio del piano,
Brad Mehldau, que
interpretara el mítico tema «Winnin’ Boy Blues» de
Jelly Roll en un dúo
tan intimo como magistral.
El primer tema de
The Bright
Mississippi,
el clásico de jazz «Egyptian Fantasy» de
Sydney
Bechet, es un claro ejemplo de la fluidez y de la agilidad con la que estos
genios ponen su arte en común para reinterpretar temas ajenos. A la vez
marchosa, alegre y melancólica, esta primera pieza pone enseguida en un ambiente
de carnaval en blanco y negro, que solo el famoso fotógrafo
William
Claxton podía retratar (ver foto de portada). Canciones como la conocidísima
«
Dear Old
Southland» de
Raymond Bloch, «
Singing The
Blues» de
J. Russel Robinson y
Con Conrad,
«
West End
Blues» de
Joe Oliver y
Clarence Williams
y
«Bright Mississipi» del gran
Thelonius Monk, son otras de las canciones
del álbum en las cuales todos los músicos tienen su lugar y logran recrear una
nueva versión con un color propio. Clásicos de ayer reconvertidos en clásicos de
hoy.
Pero
The Bright Mississipi esconde otros tesoros: unos dúos
que ponen de relieve, cada uno en su momento, la magnitud de las cualidades de
cada uno de los músicos. «
Just a Closer Walk
With Thee», el octavo tema cuyo autor se desconoce ya que
pertenece al folclore estadounidense, parece una charla entre el piano jazz de
Toussaint y el clarinete aterciopelado de
Byron. Algo parecido
pasa con el décimo tema, «
Day
Dream» de
Duke Elligton y
Billy Strayhorn:
el pianista invita al melódico saxófono de
Joshua Redman para que le
acompañe en un dúo tranquilo y casi romántico. Al final del disco, se juntan el
piano de
Toussaint con la guitarra acústica de
Ribot para un
cover de «Solitude» (también de
Duke
Ellington) en un dúo, en una interpretación muy similar a la canción
original. Pero la versión del tema «Winin’ Boy Blues» de
Ferdinand «Jelly
Roll» Morton, o mejor dicho la «conversación» entre los pianos de
Allen
Toussaint y de
Brad Mehldau, otro invitado de
lujo, es sin duda el mejor dúo de este álbum por su sensibilidad y su aparente
sencillez.
Por otra parte, destacan en
The Bright Mississippi dos
temas por su originalidad y la increíble muñeca de
Ribot:
«Blue Drag», primero, del increíble guitarrista
Django Reinhardt, pero sobre todo el tradicional
«
St.
James Infirmary», sin duda el mejor
cover de este
álbum y también el más blusero. Falta por mencionar la canción once, una versión
de «Long, Long Journey» de
Leonard Feather, el único tema cantado del
disco, pero también el menos logrado, a pesar de la voz todavía muy joven y
agradable de
Toussaint.
A sus 71 años, el pianista tiene
todavía energía y carisma suficiente para hacer bailar salas enteras, incluso
estando solo en el escenario, sentado detrás de su inseparable piano. España,
cuyo público está siempre ávido de marcha y de buena música, es una parada
inevitable en sus giras veraniegas por los festivales de todo el mundo. Este
verano,
Toussaint tocó en el famoso
Festival
de Jazz de Vitoria y el éxito fue rotundo.
Elvis
Costello es otro de los que se quedó maravillado por el talento de
Toussaint y grabó un disco a su lado en 2006, titulado
The River in
Reverse.
Difícil no quedarse atrapados por la genialidad, la
elegancia, la energía y la bella sonrisa de este pianista inconfundible... sobre
todo si está, como en
The Bright Mississippi, rodeado de una constelación
de virtuosas estrellas.
Elvis Costello y Allen Toussaint: "I Can't Stand &
High Fidelity" (España, julio 2007) (vídeo colgado en YouTube por
eymerichnapoli)