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    GÉNERO
CINE

    TEMA
Crítica de la película El niño, de los hermanos Dardenne (por Eva Pereiro López)

    OTROS DATOS
Género: drama.
Guión: Jean Pierre Dardenne, Luc Dardenne.
Director de fotografía: Alain Marcoen.
Nacionalidad: Bélgica-Francia.
Año de producción: 2005.
Duración: 95´.
Actores: Jérémie Renier (Bruno),
Déborah François (Sonia), , Jérémie Segard (Steve), Fabrizio Rongione (Matón joven), Olivier Gourmet (Oficial), Mireille Bailly (Madre de Bruno), Samuel De Ryck (Thomas).
Premios: Palma de Oro en el Festival de Cannes (2005.









Magazine/Cine y otras artes
¿Qué niño?
Por Eva Pereiro López, sábado, 3 de diciembre de 2005
Bruno (Jérémie Renier) acaba de ser padre con 20 años. Su compañera, Sonia (Déborah François) tiene 18. Viven del subsidio que percibe Sonia, y del trapicheo y robos cometidos por Bruno que considera trabajar cosa de “pringaos”. Los dos son belgas y sin futuro.
Los hermanos Dardenne vuelven con una nueva película social que se ha llevado merecidamente la Palma de Oro en el último Festival de Cannes. Bruno es un chico de los suburbios que lleva una vida marginal probablemente porque, en un principio, sus padres, si es que los dos existían como tales, nunca se preocuparon por él y parece haberse criado en la calle. Su meta es el dinero fácil, y para conseguirlo cualquier cosa vale. Hasta el punto de que decide vender a su recién nacido por un buen fajo de billetes: “Haremos otro”- le dice a Sonia- “¡mira cuánta pasta me han dado por él!”.
Probablemente el niño del título no sea tanto el pequeño como el mayor, que no ha crecido, que no tiene ética alguna, y que en ningún momento tiene remordimientos, aunque el final deje ver un atisbo de esperanza

Resulta inverosímil que un ser humano llegue a ese extremo de irresponsabilidad y cometa un acto tan inhumano. Probablemente el niño del título no sea tanto el pequeño como el mayor, que no ha crecido, que no tiene ética alguna, que en ningún momento tiene remordimientos y al que ni siquiera salva de la barbarie el amor necesario que siente por Sonia. Bruno solo da marcha atrás y decide recuperar al retoño cuando su compañera, después de desmayarse al averigüar lo que éste acaba de hacer, lo denuncia. Es en ese momento en el que llega el punto de inflexión y el personaje repentinamente se enfrenta a la incomprensión y a la soledad más absoluta.

Los Dardenne, fieles a su estilo (Rosetta, Palma de Oro en 1999, y El hijo, Premio de interpretación en el Festival de Cannes 2002), no escatiman en crudeza: una banda sonora inexistente, un film cortante y terrible sobre unos europeos pobres y marginales que no tienen otro sistema de valores mas que el del dinero. Nos preguntamos si la vida que hubiera esperado al niño con la familia adoptiva, cuyos escrúpulos no les impidieron comprar muy caro un bebé de procedencia dudosa, no hubría sido mejor de no haberse quedado con sus padres naturales...

Jérémie Renier está deslumbrante y deja en la sombra a una Dèborah François que no le llega a los talones. El instinto de menudeo que Bruno ha desarrollado con su corta edad y su irreflexión enfermiza, le van llevando a una situación muy grave, que, por primera vez, no va a poder superar con un golpe de suerte, como venía siendo habitual. Sin embargo, la actitud de Bruno al final deja ver un atisbo de esperanza.

El niño no es una película accesible a todos los públicos, los Dardenne nunca lo han sido, pero una vez que el espectador hace el pequeño esfuerzo necesario, es una película fascinante por su monstruosidad tan a la vuelta de la esquina, una película absolutamente necesaria en una Europa a la deriva.
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