miércoles, 3 de febrero de 2010
Esperanza Aguirre, funcionarios y cuestiones de decencia
Autor: Juan Antonio González Fuentes - Lecturas[{0}] Comentarios[{1}]
Sociedad en Blog personal por Sociedad
Es INDECENTE que los políticos se suban sus retribuciones en el porcentaje que les apetezca, (siempre por unanimidad, por supuesto, y al inicio de la legislatura). Es INDECENTE que un ciudadano tenga que cotizar 35 años para percibir una jubilación, y a los diputados les baste sólo con siete, y que los miembros del gobierno, para cobrar la pensión máxima, sólo necesiten jurar el cargo. Es INDECENTE que los diputados sean los únicos trabajadores (¿?) de este país que están exentos de tributar un tercio de su sueldo del IRPF. Es INDECENTE colocar en la administración a miles de asesores (léase amigotes con sueldo) que ya desearían los técnicos más cualificados. Es INDECENTE el ingente dinero destinado a sostener a los partidos aprobados por los mismos políticos que viven de ellos


 

Juan Antonio González Fuentes

No se me ocurre, a bote pronto, un mejor ejemplo de cómo los éxitos electores de un político lo convierten en lenguaraz que la presidenta de la Comunidad de Madrid, doña Esperanza Aguirre. La política lleva arrasando un tiempo en cuanta elección tiene que ver con la Comunidad de Madrid, y es indudable que algo tendrá el agua cuando la bendicen, como dice el refrán popular, para algunos tan sabio, cuando conviene. Pero soy de la opinión que el respaldo electoral abrumador debe entontecer en parte al que lo obtiene. Es como esos equipos de fútbol que lo ganan todo y de pronto se vuelven vulnerables, empiezan a jugar dando taconazos, a intentar cabriolas inverosímiles, disparos a puerta imposibles, caños a diestro y siniestro..., pensando que están en estado de gracia y todo les va a salir bien, que todo se les va a aplaudir, a vitorear. Creo que a doña Esperanza algo se le puede aplicar el cuento, pues lleva un tiempo que cada vez que abre la boca se desliza peligrosamente hacia el abismo de la metedura de pata completa.

Me llega un correo electrónico de esos que circulan por la red sin firma y sin saber muy bien de dónde demonios ha salido (hay que tener tanto cuidado con ellos como con un perro rabioso y suelto), que denuncia la siguiente frase pronunciada por la política madrileña: “es indecente que mientras la inflación es -1%, los funcionarios además de tener plaza fija, tengan una subida salarial del 5%”. El objetivo de doña Esperanza, según el autor del anónimo correo es evidente: congelar el sueldo el a los funcionarios de la Comunidad de Madrid.

Esperanza Aguirre (foto wikipedia)

Esperanza Aguirre (foto wikipedia)

Pero lo interesante del correo, y la razón por la que hasta aquí lo traigo, es que a continuación señala el autor (¿tal vez un ímprobo funcionario?) qué es lo verdaderamente indecente en una situación tan grave de crisis económica como la que vive España en estos instantes, con un porcentaje de paro oficial cercano ya al 20% de la población, y con unas perspectivas futuras más que poco halagüeñas, negras, negrísimas, como el pozo sin fondo y terrible de la desesperación de quien se encuentra sin ingresos y sin esperanza (sí doña Esperanza) de tenerlos de ninguna forma y manera. Y lo abiertamente indecente en esta coyuntura dramática es la situación de privilegio en la que sigue desenvolviéndose la clase política hispana, ajena por completo a los sufrimientos de la inmensa mayoría de la sociedad a la que, supuestamente, representan. Y el correo enumera algunos de los puntos y situaciones en los que seguro que todos hemos pensado en algún momento a lo largo de estos días, de estas semanas, de estos meses, de estos años de malos augurios, y lo que nos espera.

“Es INDECENTE -señala el correo que vuela raudo por el ciberespacio-, que el salario mínimo de un trabajador sea de 624 €/mes y el de un diputado de 3.996, pudiendo llegar sin dificultad, con dietas y otras prebendas, a 6.500 €/mes. Es INDECENTE que un catedrático de universidad o un cirujano de la Sanidad Pública ganen menos que el concejal de festejos de un ayuntamiento de tercera. Es INDECENTE que los políticos se suban sus retribuciones en el porcentaje que les apetezca, (siempre por unanimidad, por supuesto, y al inicio de la legislatura). Es INDECENTE que un ciudadano tenga que cotizar 35 años para percibir una jubilación, y a los diputados les baste sólo con siete, y que los miembros del gobierno, para cobrar la pensión máxima, sólo necesiten jurar el cargo. Es INDECENTE que los diputados sean los únicos trabajadores (¿?) de este país que están exentos de tributar un tercio de su sueldo del IRPF. Es INDECENTE colocar en la administración a miles de asesores (léase amigotes con sueldo) que ya desearían los técnicos más cualificados. Es INDECENTE el ingente dinero destinado a sostener a los partidos aprobados por los mismos políticos que viven de ellos. Es INDECENTE que a un político no se le exija superar una mínima prueba de capacidad para ejercer su cargo (y no digamos intelectual o cultural). Es INDECENTE el coste que representa para los ciudadanos sus comidas, coches oficiales, chóferes, viajes (siempre en business) y tarjetas de crédito por doquier. Es INDECENTE que sus señorías tengan seis meses de vacaciones al año. Es INDECENTE que sus señorías, cuando cesan en el cargo, tengan un colchón del 80% del sueldo durante 18 meses. Es INDECENTE que ex ministros, ex secretarios de estado y altos cargos de la política, cuando cesan, son los únicos ciudadanos de este país que pueden legalmente percibir dos salarios del erario público. Es INDECENTE que se utilice a los medios de comunicación para transmitir a la sociedad que los funcionarios sólo representan un coste para el estado. Es INDECENTE que nos oculten sus privilegios mientras vuelven a la sociedad contra quienes de verdad la sirven (aquí el funcionario a todas luces se ha pasado). ¿Y mientras, hablan de política social y derechos sociales? ¡¡QUÉ INDECENTE!!”.

Saque el lector sus propias conclusiones, y hágase con una opinión al respecto.

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Últimas colaboraciones (FEBRERO 2010) de Juan Antonio González Fuentes en la revista electrónica Ojos de Papel:

LIBRO: Oliver Matuschek: Las tres vidas de Stefan Zweig (Papel de Liar, 2009)

LIBRO (enero 2010): Alex Ross: El ruido eterno. Escuchar al siglo XX a través de su música (Seix Barral, 2009)

CINE (enero 2010):  James Cameron: Avatar (2009)

LIBRO (diciembre): Gerald Martin: Gabriel García Márquez. Una vida (Debate, 2009)

-LIBRO (noviembre): Miklós Bánffy: Los días contados (Libros del Asteroide, 2009)

-CINE (noviembre): Woody Allen: Si la cosa funciona (2009)

-LIBRO (octubre): Luis García Jambrina: El manuscrito de piedra (Alfagaura, 2008)

-CREACIÓN (octubre): La lengua ciega (DVD, 2009)

-CINE (octubre): Isabel Coixet: Mapa de los sonidos de Tokio (2009)

-LIBRO (septiembre):  P.D. James: Muerte en la clínica privada (Ediciones B, 2009)

-LIBRO (julio): Stieg Larsson: Millennium 3. La reina en el palacio de las corrientes de aire (Destino, 2009)

-PELÍCULA (julio)Niels Arden Oplev: Millennium 1: Los hombres que no amaban a las mujeres (2009)

Más de Stieg Larsson:

-Millenium 1. Los hombres que no amaban a las mujeres (Destino, 2008)

-Millennium 2. La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina (Destino, 2008)


NOTA: En el blog titulado El Pulso de la Bruma se pueden leer los anteriores artículos de Juan Antonio González Fuentes, clasificados tanto por temas (cine, sociedad, autores, artes, música y libros) como cronológicamente.