Director: Rogelio López Blanco      Editora: Dolores Sanahuja      Responsable TI: Vidal Vidal Garcia     
  • Novedades

    Wise Up Ghost, CD de Elvis Costello and The Roots (por Marion Cassabalian)
  • Cine

    La red social (The Social Network, 2010), película de David Fincher (por Carlos Abascal Peiró)
  • Sugerencias

  • Música

    The Witmark Demos, CD de Bob Dylan (por Marion Cassabalian)
  • Viajes

  • MundoDigital

    Por qué los contenidos propios de un web son el mayor activo de las empresas en la Red
  • Temas

    Sociedad global o imperio mundial
  • Blog

  • Creación

    Entonces llegamos al fina, por Joshua Ferris
  • Recomendar

    Su nombre Completo
    Direccción de correo del destinatario
Philippe Claudel: Hace mucho que te quiero (2008)

Philippe Claudel: Hace mucho que te quiero (2008)

    GÉNERO
Cine

    TEMA
Crítica de Hace mucho que te quiero, película dirigida por Philippe Claudel (por Eva Pereiro López)

    PREMIOS
Premio del Jurado Festival de Berlín 2008

    OTROS DATOS
Título original: Il y a longtemps que je t'aime. Países: Francia y Alemania. Año: 2008. Duración: 110 min. Género: Drama. Reparto: Kristin Scott Thomas (Juliette), Elsa Zylberstein (Léa), Serge Hazanavicius (Luc), Laurent Grévill (Michel). Guión: Philippe Claudel. Producción: Yves Marmion. Música: Jean-Louis Aubert. Fotografía: Jérôme Alméras. Montaje: Virginie Bruant




















Magazine/Cine y otras artes
Crítica de Hace mucho que te quiero, película dirigida por Philippe Claudel
Por Eva Pereiro López, jueves, 2 de octubre de 2008
Hace mucho que te quiero es la primera película como realizador del escritor francés Philippe Claudel. Encabezada por la excepcional Kristin Scott Thomas en su papel fantasmal de Juliette, se ha llevado el premio del jurado en el último festival de Berlín. Hace mucho que te quiero es desgarradoramente emotiva. Habla de silencios y de sombras, de la reclusión, impuesta y voluntaria, que Claudel consigue filmar respetuosamente, encuadrando, por ejemplo, el rostro desnudo de su protagonista, pero también del renacer de Juliette tras 15 años de cárcel.



Nancy, ciudad de La Lorena francesa. Juliette espera en la cafetería, transparente, ausente del mundo y ajena a éste. Su ropa no cuadra, es demasiado anticuada. Acaba de llegar. Su cara, sin embargo, no transmite impaciencia, curiosidad, sino castigo: hace lo que se le ha dicho que debía hacer. Los servicios sociales han contactado a su hermana Léa (Elsa Zylberstein), capaz de pasar de la sonrisa al torrente de lágrimas en un abrir y cerrar de ojos. El reencuentro es el de dos extrañas. Han pasado 15 años, sin visitas, cumpliendo un castigo que lleva grabado en la mirada vacía, una pena impuesta pero aceptada, que ella considera merecida.

Poco a poco se van desenterrando los recuerdos de niñas, de la hermana mayor, Juliette, cuidando de la pequeña, de la complicidad que abruptamente quedó amputada cuando su familia la repudió. Léa acabó creciendo como si fuese hija única. El padre ha muerto hace ya tiempo, la madre padece Alzheimer y permanece recluida en una residencia especializada. La descripción meticulosa, fina, delicada de la evolución de ambas y de cada una por separado es perturbadora. Probablemente tanto Kristin Scott Thomas como Zylberstein tienen aquí sus mejores papeles, sin duda, los más íntimos.

Comienza un aprendizaje difícil de comunicación, un abandono del mutismo prolongado, la espera paciente de Léa. Philippe Claudel rinde homenaje a la fuerza sorprendente de las mujeres, a su capacidad de reconstruirse a pesar del dolor y la desconfianza. Una recuperación lenta pero firme. De nuevo, una paulatina eclosión de la vida frente a la resistencia y la inercia de la claudicación. Mientras, el secreto está en el aire y no se pronuncian palabras, el film cautiva. Juliette parece haber cometido el peor de los crímenes.

Y, sin embargo, es en el momento de la explicación cuando a esta película se le puede reprochar la obligación de satisfacer lo socialmente entendible. El porqué, predecible al final, necesita ser comprendido como si no pudiese existir lo inexplicable, lo anormal, o no pudiésemos enfrentarnos cara a cara con lo ignominioso una vez que los personajes y el espectador acceden a conceder la redención después de la pena cumplida. La explicación dolorosa pero lógica, que permite excusar al culpable. Aún así, esta decepción no borra el magnífico debut del realizador, ni el bello y conmovedor trabajo de sus actrices.



Tráiler de Hace mucho que te quiero, dirigida por Philippe Claudel (vídeo colgado en YouTube por GolemDistribucion)

  • Suscribirse





    He leido el texto legal


  • Reseñas

    Algo habrá hecho. Odio, muerte y miedo en Euskadi, de José María Calleja
  • Publicidad

  • Autores