Por fin llego la novena entrega de 
The Bootleg Series, los 
recopilatorios de inéditos de este increíble compositor, músico, escritor, poeta 
y hasta pintor llamado 
Bob 
Dylan. La riqueza musical de este asombroso artista parece no tener 
límites. Después de haber descubierto hace tres años, 27 temas inéditos 
compuestos en los años 80 en la octava entrega de 
The Bootleg 
Series, titulada 
Tell Tale 
Signs, el trovador de Minnesota vuelve a sorprendernos con 
47 temas originales -de los cuales 15 son inéditos-, compuestos entre los años 
1962 y 1964, reagrupados bajo el nombre de 
The Witmark Demos. 
Bob Dylan: The Witmark Demos Trailer (vídeo colgado en 
YouTube por BobDylanTV)
Este doble álbum
 es una muy 
completa retrospectiva sobre los debuts de este joven compositor llamado 
Robert Allen 
Zimmerman, que todavía no había cumplido los 25 años cuando compuso 
estos temas y recién había llegado solo, con su guitarra debajo del brazo, a la 
Gran Manzana… 
El 24 de mayo del 1941, cuando nació el pequeño Robert, 
hijo de judíos inmigrantes ucranianos y lituanos, en la ciudad minera y 
tradicional del norte de Estados Unidos de Duluth, nada lo predestinaba a ser 
uno de los músicos más respetados de la segunda mitad del siglo 20. 
Curiosamente, mientras su padre trabajaba en una tienda de electrodomésticos, 
Robert empezó a interesarse por la música. Primero, con 8 o 9 años, tocó el 
piano. Poco tiempo después, se inició a la guitarra y al armónica, influenciado 
por el blues de la época que sonaba en todas las radios del país, con artistas 
como 
Blind 
Willie Johnson o 
Will Bennett, por ejemplo
. Su 
creciente atracción hacia todo tipo de arte lo llevó incluso a inscribirse en la 
universidad de Minnesota para seguir clases pero, rápidamente, el chico ya 
adolescente prefirió dedicar su tiempo a ensayar los temas de folk que se 
escuchaban entonces. 
A los 18 años, ya tenía claro que sería un artista. 
A partir de entonces, decidió usar el apodo de 
Bob 
Dylan, inspirado del nombre de un tío llamado Dillion. El último 
empujón que lo decidió a salir de su pequeña ciudad sin futuro para empezar una 
gran carrera en la ciudad más frenética del país, fue el hallazgo de la 
biografía del guitarrista 
Woody 
Guthrie, el que se convirtió en su mentor y su principal fuente de 
inspiración. 
Bob Dylan: 
"Blowing In The Wind" (vídeo colgado en YouTube por ZIRROW035)
En 
1961, 
Dylan llega a Nueva York y se instala en el barrio fetiche de esta 
ciudad invadida por el espíritu sesentero, Greenwich Village. Convencido de que 
iba a ser un gran artista, 
Dylan se inventa un pasado tortuoso de 
huérfano proveniente de Nuevo México, pensando que esta imagen de chico perdido 
y salvaje convendría mejor a su futura fama. 
En esta época, el barrio 
pulula de artistas. El Café Wha, entro frecuentado según las épocas por 
Jimi 
Hendrix, Jimmy Page, 
los miembros de 
The 
Velvet Underground, Patti Smith y 
Bruce Springsteen entre muchos otros, le da su primera oportunidad en el 
escenario. 
Dylan gusta pero su estilo es todavía demasiado marginal. Su 
encuentro con 
Guthrie, hospitalizado en los afueras de la ciudad, y con 
el circulo intimo del guitarrista, le da confianza para seguir en su camino de 
trovador solitario. 
Sensible y curioso, el joven compositor abre grande 
los oídos y los ojos (¡y el corazón!), impregnándose con todo lo que lee y 
escucha en los medios y en las decenas de libros prestados por sus nuevos 
amigos, algunos particularmente comprometidos y cultos, descubriendo desde 
Rimbaud hasta los clásicos griegos, pasando por 
Brecht.
Bob Dylan: "Guess 
I'm Doing Fine" (vídeo colgado en YouTube por BobDylanTV)
Pero 
sobre todo, 
Dylan está a la escucha de 
lo que pasa en las 
calles en una época particularmente compleja y cambiante: 
por un lado, se eternizan las guerras en oriente y oriente medio y se erigen 
muros en Europa; por otro lado, sopla un viento de libertad y de emancipación, 
en los Estados Unidos, por supuesto, con 
Kennedy en el 
poder y un creciente movimiento pacifista y contestatario precursor del 
“
I Have a 
Dream” de 
Martin Luther King, pero también en 
África con la dolorosa independencia de Argelia y de otros países como Costa de 
Marfil, el Congo belga, Mauritania o Madagascar por ejemplo. 
Dylan, como todos los jóvenes de la época, se impregna de esta 
efervescencia política, pero también de sus cambios internos, para enriquecer su 
trabajo que consiste básicamente en prenderse un cigarrillo, agarrar su guitarra 
y su harmónica durante horas y grabar, grabar decenas de canciones de las cuales 
47 reaparecen hoy bajo el nombre de 
The Witmark Demos (del nombre de su 
primer productor). 
Bob Dylan y 
The Byrds: "Mr. Tambourine Man" (vídeo colgado en YouTube por 
kevinwayne50)
Hoy, sabemos que algunos de estos temas grabados en 
la intimidad de este joven compositor, como “
The Times They Are 
A-Changin'” o “
A Hard Rain’s A-Gonna 
Fall”, se convirtieron en éxitos internacionales y que 
otros fueron interpretados por decenas de artistas como 
Stevie Wonder, 
Peter, Paul and 
Marie o 
Joan Baez (“
Blowing in the 
Wind”) o 
The Byrds (“
Mr Tambourine 
Man”), pero en esta época, fue simplemente el reflejo de 
una necesidad de cambios también en el mundo de la música. 
La voz ronca 
y el estilo campechano y franco de 
Dylan terminó por enganchar al 
mismísimo productor 
John Hammond de Columbia Records (con artistas como 
Billie 
Holliday o 
Bessie 
Smith en su empresa), que le propuso en septiembre del 1961 su 
primer contrató y, de esta manera, dio alas a uno de los músicos hoy en día más 
respetado del planeta. 
Además de ser un increíble catálogo de las 
primeras creaciones de este artista inigualable, este doble álbum es una 
excelente fotografía sonora de una época.  
Joan Baez sings 
for Bob Dylan (vídeo colgado en YouTube por 
softsteps)