lunes, 25 de mayo de 2009
Adiós al pintor Ángel Medina
Autor: Juan Antonio González Fuentes - Lecturas[{0}] Comentarios[{1}]
Artes en Blog personal por Artes
Ha muerto Ángel Medina. Su muerte ha hecho aún un poco más pequeña esta ciudad para mí, o mejor dicho, mi mundo sentido y reconocido en esta ciudad. Poco a poco, pero con inexorable precisión, veo desaparecer uno a uno a toda la generación de artistas y gentes de la cultura santanderina a la que pertenecía Ángel Medina
Juan Antonio González Fuentes 

Juan Antonio González Fuentes

Ha muerto el pintor Ángel Medina (Ampuero, Cantabria, 1924-Santander, 2009). Busco su nombre en internet y encuentro: “En 1948 se traslada a Madrid para estudiar Bellas Artes, dedicándose inicialmente a la escultura. De esta primera toma de contacto con lo objetual y tridimensional subyace, en su posterior obra pictórica, el afán por lograr el efecto de profundidad en composiciones en donde los planos están perfectamente definidos del primero al último, y recrea el placer estético que emana de los objetos de desguace, de los que se rodea y representa, y que forman una parte esencial en la conformación de su obra. Heredero de la tradición surrealista, Medina, incorpora además, la visión trágica de la vida del modernismo pictórico español, incidiendo en un énfasis por lo descarnado, como Bacon o Freud, aunque limitando la gama cromática a tonos pastel, donde los escasos contrastes benefician el claroscuro y los perfiles nítidos. Destacan sus exposiciones individuales en: Galería La Kábala, Madrid (1986), Museo de Bellas Artes de Santander (1988), Galería Sur, Santander (1991), Galería Libros, Zaragoza (1992), y San Román de Escalante, Cantabria (1993)”.

Ángel Medina retratado por Ángel de la Hoz

Ángel Medina retratado por Ángel de la Hoz

Ha muerto Ángel Medina. Su muerte ha hecho aún un poco más pequeña esta ciudad para mí, o mejor dicho, mi mundo sentido y reconocido en esta ciudad. Poco a poco, pero con inexorable precisión, veo desaparecer uno a uno a toda la generación de artistas y gentes de la cultura santanderina a la que pertenecía Ángel Medina. He leído las necrológicas de Leopoldo Rodríguez Alcalde, de Fernando y Ramón Calderón, de Estebán de la Foz, de José Hierro, de Enrique Gran…, y en el tiempo inmediatamente venidero no pueden tardar en demorarse en exceso las de nombres como los de Pablo Beltrán de Heredia, Julio Maruri, Manuel Arce, Alejandro Gago, Aurelio García Cantalapiedra, Ángel de la Foz… Sí, ya lo sé, es pura, simple ley de vida, y también sé que no he sido ni muy amable, ni muy correcto al recordarlo, pero ahora mismo no estoy escribiendo para ser ni amable ni correcto.

Este texto tiene vocación triste y absurda de lamento, y lo que es peor, de lamento inútil por completo. Está desapareciendo toda una generación de gente de la cultura santanderina casi en silencio, arrumbada por el tiempo (por el suyo propio de la decadencia y por el de los demás de juventud y energía), arrinconada por esta época para la que ni ellos ni su trabajo significan gran cosa, a lo sumo una nota a pie de página en un libro desvencijado y abandonado en la balda de una estantería ignota del archivo pobre de la memoria.

Litografía de Ángel Medina (1984)

Litografía de Ángel Medina (1984)

Nací cuando la mayoría tenía más o menos la edad que yo tengo ahora. Sus nombres formaron parte de la escuálida, hambrienta y gris mitología cultural de mesa camilla local en la que comencé a dar mis primeros pasos como lector y jovenzuelo letraherido. A muchos de ellos les debo ese empujón, esa frase de aliento, ese gesto inolvidable con el que me sentí, por vez primera, aceptado en un mundo poblado de letras, bibliotecas, pinceles, libros, periódicos, artículos, cuadros…, y al que creía pertenecer desde siempre con ese anhelo tontorrón e infantil que es tan propio de la ilusión más crédula y simple.

Y ahora los más cercanos mitos de aquella cultura local de la infancia y la juventud van cayendo como Ángel Medina, derrotados sin paliativos en una guerra que nadie puede ganar, y acompañados sólo por el eco estruendoso, salvajemente demoledor, asesino, del silencio frío que sólo sabe cantar el olvido, el mismo que a todos nos espera paciente, meciéndose en lo por venir. 

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Últimas colaboraciones de Juan Antonio González Fuentes en Ojos de Papel:

-LIBRO: Philip Roth, Indignación (Mondadori, 2009)

-CINE: Kevin Macdonald, La sombra del poder (2009)


NOTA: En el blog titulado El Pulso de la Bruma se pueden leer los anteriores artículos de Juan Antonio González Fuentes, clasificados tanto por temas (cine, sociedad, autores, artes, música y libros) como cronológicamente.