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03.12.2009
Por la dignidad de la mayoría de los catalanes que no apoyamos el Estatut
Sociedad
La mayoría de los habitantes de Catalunya se lo dijimos por pasiva el día en que se votó en referéndum: el Estatut no va con nosotros. No nos interesa. A pesar de las enormes presiones del gobierno Maragall, la mayoría de la gente se quedó en su casa. El Estatut se aprobó con el apoyo de una minoría
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24.11.2009
Publicación de poesía: consejos a poetas primerizos
Libros y autores
Calculo que en mis quince años como editor habré dado a la prensa unos ciento cincuenta libros de poesía en dos colecciones: Carena y Acidalia. La primera reservada a poetas con nivel reconocido y la segunda destinada a quienes inician sus primeros pasos. Reproduzco la entrevista con Begoña García, una periodista incipiente, interesada en este tema de la publicación de poesía
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17.11.2009
0RANGE: la institucionalización de la inmoralidad
Sociedad
MI hijo descubrió que la empresa ORANGE venía cobrándome desde hace unos años indebidamente quince euros al mes en concepto de correo electrónico asociado a una Black Berri que tuve un tiempo y con la que jamás emití ni recibí correos electrónicos. Puestos al habla y tras sortear el laberinto de mensajes automatizados, una señorita admitió que me estaban cobrando por un servicio inexistente pero que la empresa no devolvía un duro
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13.10.2009
Los poemas del hospital: el yo épico-lírico frente al ego
Libros y autores
Los malos poetas escriben para contarnos su vida particular. Los buenos, para contarnos la de los lectores a través de la suya propia. Los primeros no tienen que inventar nada: dan rienda suelta a su ego, que como todos los egos es petulante, y utilizan el betún poético-versificacor para darse brillo y esplendor. Aún así no los critico. Es mejor un mal poeta que un buen soldado
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11.06.2009
El Conde Lucanor y las elecciones europeas
Sociedad
Señor conde -comenzó Patronio-, dos caballeros españoles que estaban en su país eran muy amigos y vivían juntos. Estos dos caballeros no tenían sino un asno cada uno, asnos muy respetados y sobrevalorados por sus respectivos dueños, de tal manera que cada cual delegó en el suyo la representación política. Pero ocurrió que mientras estos caballeros se estimaban y respetaban, sus asnos se tenían un odio feroz
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