Bruce Springsteen: <i>Wrecking Ball</i> (2012)

Bruce Springsteen: Wrecking Ball (2012)

    GÉNERO
Música

    TEMA
Critica de Wrecking Ball, CD de Bruce Springsteen (por Marion Cassabalian)

    FICHA TÉCNICA
Lanzamiento: 2012. Discográfica: Columbia Records. Producción: Jon Landau, Ron Aniello y Bruce Springsteen. Edición: Ross Peterson, Ron Aniello, Rob Lebret, Clif Norrell y Toby Scott. Mezcla: Bob Clearmountain. Composición: Bruce Springsteen. Director de arte: Michelle Holme y Dave Bett. Fotografía: Danny Clinch y Jo López



Bruce Springsteen en Berlín en 1988 (foto de Thomas Uhlemann; fuente, wikipedia)

Bruce Springsteen en Berlín en 1988 (foto de Thomas Uhlemann; fuente, wikipedia)

<i>Greetings from Asbury Park, N.J.</i> (1973)

Greetings from Asbury Park, N.J. (1973)

<i>Born To Run</i> (1975)

Born To Run (1975)

<i>The River</i> (1980)

The River (1980)

<i>Human Touch</i> (1992)

Human Touch (1992)

<i>The Rising</i> (2002)

The Rising (2002)


Magazine/Música
Wrecking Ball, CD de Bruce Springsteen
Por Marion Cassabalian, viernes, 4 de mayo de 2012
Después de una carrera impecable de cuatro décadas y más de 20 álbumes vendidos en el mundo entero, “El Jefe” sigue estando en una forma olímpica, la cual se refleja en su último álbum, Wrecking Ball, en el que derrocha un poco más de esta energía legendaria que lo caracteriza. Bruce Springsteen compuso un disco fresco y distinto, que aparece como un homenaje al melting-pot estadounidense con sonidos escoceses y muchos vientos, sin olvidar el típico sonido de este rockero siempre fiel a sus raíces.



Bruce Springsteen: “Thunder Road” (video colgado en YouTube por DanCranePondi)

En la historia de la música, pocos artistas pueden presumir de ser apodados «El Jefe». Solo hay uno. Bruce Springsteen (Nueva Jersey, 1949) siempre ha sido y siempre será «The Boss». Con 40 años de carrera y miles de horas en el escenario, con una energía visceral que transforma cada uno de sus show en una fiesta endiablada, Springsteen es una figura indispensable del rock del siglo XX.

 

El joven Bruce Frederick Joseph empieza a tocar la guitarra influenciado por el reciente éxito de Elvis Presley en los Estados Unidos cuando tiene apenas 13 años. Desde sus primeros conciertos en los años sesenta con su primera banda llamada The Castiles, Springsteen impresiona por su carisma y sus dotes de compositor. Tanto su físico y su estilo de chico malo, como su voz, poderosa y comunicadora, forman parte del personaje.

 

Al comienzo de los años setenta, Springsteen ya tenía el sobrenombre de «The Boss» (porque, según se cuenta, cobraba él los conciertos) y ya estaba acompañado por los músicos que iban a ser sus fieles acólitos durante casi toda su impresionante carrera y que formarán la famosa E Street Band: el guitarrista Steve Van Zandt, el saxofonista Clarence “Big Man” Clemons, el organista Danny Federici y el baterista Vini López, que dejo la banda en el 1974.

 

Este conjunto tan potente como novedoso fue inmediatamente fichado por el productor de Columbia Records, John H. Hammond, el mismísimo que había fichado a Bob Dylan diez años antes. De hecho, en su primer disco, Greetings from Asbury Park, N.J. (1973), “El Jefe” tiene algunas similitudes con el trovador de Minnesota en su tono de voz y en el sonido de su armónica; pero enseguida se distingue un color propio más rockero y ligeramente torturado en Springsteen, que fue madurando a los largo de sus discos, volviéndose único. Eso sí, los dos músicos siempre han compartido un fuerte compromiso social con la situación política que les rodeaba en esta época tumultuosa. En este primer álbum, Springsteen ya les dedica uno de sus temas, “Lost in The Flood”, a los veteranos de la guerra de Vietnam

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Bruce Springsteen: “Badlands”, en vivo en Barcelona (video colgado en YouTube por TheMajestyOfRock2)

A partir de entonces, “el Jefe” no ha parado. Su segundo álbum, The Wild, The Innocent & The E Street Shuffle, sale seis meses más tarde con el mismo reconocimiento de parte de las criticas; pero es en 1975, con Born To Run, cuando el éxito estalla verdaderamente y el grupo se convierte en la banda del momento. El primer y el último tema de este disco, “Thunder Road” y “Jungleland”, son unos temazos. A la vez potentes y melodiosos, son un excelente ejemplo del estilo Springsteen del momento, al igual que la canción homónima del álbum “Born To Run”.

 

Darkness of The Edge of Town, estrenado en 1977, marca un cambio en este estilo que no dejará de evolucionar a lo largo de la carrera del músico. Su crítica hacia la sociedad estadounidense se vuelve más ácida. Springsteen se convierte en la voz de los olvidados del sueño americano con canciones como “Badlands” o “The Promised Lands”. El mismo hijo de inmigrantes italianos e irlandeses, Bruce siente que comparte los sufrimientos de una sociedad cada vez menos igualitaria. En esta época, otros músicos comprometidos prestaron sus voces a algunas de sus composiciones como Patti Smith con la increíble “Because The Night”.

 

En sus siguientes álbumes, ya sea con la E Street Band, en The River (1980), ya sea en solitario, en un disco casi umplugged titulado Nebraska (1982), “The Boss” no disminuye su vorágine contestataria. En este último disco acústico, Springsteen sorprende por su sensibilidad y su lado oscuro hasta ahora escondidos detrás de una fuerza descomunal.

 

En 1984, “The Boss” compone uno de los temas más conocidos de la historia del rock. En el álbum homónimo, se estrena este año “Born in the USA”, una canción que denuncia el abandono de los veteranos de la guerra por Vietnam de parte del gobierno. Lamentablemente, este tema fue un arma de doble filo para Springsteen, ya que el gobierno de la época lo redibujó como un homenaje patriótico utilizándolo en la campaña presidencial. Desde entonces, ciertas personas se confunden sobre “El Jefe”, olvidando que siempre fue una de los voces más contestatarias de su país.



Bruce Springsteen, U2 y Patti Smith: “Because the Night” (video colgado en YouTube por Martin1210)

La inmensa notoriedad que obtuvo entonces Springsteen le permitió sacar una caja con tres discos (muy buenos) titulada Live/1975-85 que alcanzó, por primera vez en la historia de la lista Billboards, el primer puesto de ventas.


Su siguiente álbum, Tunnel of Love (1987), aparece como una forma de escaparse un poco del éxito alocado que le rodea en esta temporada, ya que se inspira de temas más comunes como las historias de amor (su primer matrimonio contraído en 1985 quizás haya sido también una fuente de inspiración), con sus pros y sus contras. La ironía del destino hizo que Springsteen se enamore de una de sus coristas, Patti Scialfa, durante la gira promocional de este disco. El cantante se divorció para volver a casarse unos años después con la mujer que sigue siendo su compañera sentimental y la madre de sus tres hijos hoy en día.

 

Este vuelco en su historia personal tuvo repercusiones sobre su vida profesional: Springsteen disolvió la E Street Band en 1991 y prosiguió su carrera en solitario (eso sí, con Patti de corista). Como suele pasar a veces cuando las cosas cambian, los críticos se entusiasmaron menos con sus dos siguientes discos, Human Touch y Lucky Town, estrenados al mismo tiempo en 1992. Sin embargo, estos dos discos están repletos de buenas canciones felices y con aire fresco, como “Roll of the Dice”, “Man’s Job” o la preciosa “I Wish I Were Blind”.

 

Por suerte, la popularidad que alcanzó su composición para la banda original de la película de Jonathan Demme, Filadelfia en 1993, le permitió recuperar su buena reputación, “manchada” por la separación de su legendaria banda. Este fue el punto de partida de un nuevo álbum acústico titulado The Ghost of Tom Joad (1995), uno de los discos más comprometidos de su carrera ya que, esta vez, Springsteen critica abiertamente la guerra de Irak.



Bruce Springsteen: “The River”

 

Los acontecimientos políticos no dejaron tregua al “Jefe”, que compuso su siguiente disco, The Rising (2002), pensando en las victimas de los atentados del 11 de setiembre en Nueva York. Springsteen ya se había vuelto a reunir con la E Street Band para une gira de mega conciertos, en los que denunciaba, a través de un tema polémico titulado “American Skin (41 Shots)”, el asesinato de Amadou Diallo por la policía en un acto denunciado por sus partidarios como racista.

 

Su compromiso político llevo Springsteen a apoyar explícitamente el Partido Demócrata en las elecciones del 2004 y sacar un tercer álbum acústico titulado Devil & Dust, en referencia a los sentimientos y a los miedos de un soldado en Irak.

 

Después de 30 años de carrera, “el Jefe” vuelve a sus raíces y decide rendir homenaje a Woody Guthrie (este músico folk que fue la fuente de inspiración de numerosos músicos como Dylan, entre otros) en un disco titulado We Shall Overcome: The Seeger Sessions (2006), en el que toca acompañado por 17 músicos especialistas en folk americano.

 

Su siguiente disco (Magic, 2007) fue, entre otros, una buena excusa para recaudar fondos para la lucha en contra del cáncer del que murió su pianista con el que compartió su vida musical desde el comienzo de los años setenta, Vini López. Lamentablemente, otra tragedia sucedió cuatro años más tarde, después de haber sacado su decimosexto álbum, Working on a Dream en 2009, cuando falleció su saxofonista e intimo amigo Clarence Clemons, que tuvo tiempo de participar en dos temas en el último disco de Springsteen, Wrecking Balls (2012).




Bruce Springsteen: “Wrecking Ball” (video colgado en YouTube por zeroblindterry1)

 

En este álbum, recién estrenado, “The Boss” está rodeado de otros viejos amigos como el guitarrista de la E Street Band, Steve Van Zandt, o su mujer Patti Scialfa, y decenas de otros músicos invitados. La multitud de artistas presentes en la grabación y de ahí la multitud de instrumentos (sobre todo vientos como clarinetes, trombones, saxófonos, tubas, trompetas, cornetes, acordeones y otras cosas raras como el sousaphone), le dan al conjunto una energía fresca, nueva y alegre, a pesar de conservar el estilo Springsteen de siempre y letras eternamente comprometidas, mucho menos alegres que la parte instrumental.

 

Desde el primer retumbe de la batería en “We Take Care of Our Own”, el tema que abre este disco, se puede identificar el color propio de Springsteen. Incluso en los temas siguientes, como “Easy Money”, “Shackled and Drawn”, “Death To My Hometown” o “American Land”, y a pesar de los vientos, que suenan a gaitas escocesas, y a los coros, que también parecen venir de lejos, nadie puede poner en duda que Bruce Springsteen está detrás de estas composiciones.

 

El tema “Wrecking Balls” reúne todas las características del estilo del cantante, entre otras, esta energía legendaria. Springsteen se atreve incluso con temas más folk como “You’ve Got It” o “We are Alive”. En cuanto a las baladas (siempre bastante enérgicas), “Rocky Ground” y “Land of Hope and Dreams” tienen más relieve que “This Depression” o  “Jack of All Trades”, con una mención especial para la original y grave “Swallowed Up”.

 

Una vez más, “el Jefe” derrocha energía en un disco positivo y potente, además de comprometido. Bruce Springsteen sigue fiel a su viejo estilo de siempre y está a la altura de su intachable reputación.



Bruce Springsteen: “Land of hope and dreams”, Barcelona en 2002 (video colgado en YouTube por TheBossInBarcelonaHD)