Tom Waits: <i>Bas As Me</i> (2011)

Tom Waits: Bas As Me (2011)

    GÉNERO
Música

    TEMA
Critica de Bas As Me, CD de Tom Waits (por Marion Cassabalian)

    FICHA TÉCNICA
Lanzamiento: 2011. Discográfica: Jalma Music. Producción: Tom Waits y Kathleen Brennan. Grabación: Karl Derfler. Edición: Zack Sumner. Mezcla: Bernie Grundman. Artistas invitados: Flea, Keith Richards. Director de arte: Trevor Hernandez. Fotografía: Tom Waits y Jesse Dylan



Tom Waits en Buenos Aires en 2007 (fuente de la foto: wikipedia)

Tom Waits en Buenos Aires en 2007 (fuente de la foto: wikipedia)

Tom Waits: <i>Closing Times</i> (1973)

Tom Waits: Closing Times (1973)

Tom Waits: <i>The Heart of Saturday Night</i> (1974)

Tom Waits: The Heart of Saturday Night (1974)

Tom Waits: <i>Real Gone</i> (2004)

Tom Waits: Real Gone (2004)


Magazine/Cine y otras artes
Bas As Me, CD de Tom Waits
Por Marion Cassabalian, jueves, 1 de diciembre de 2011
El último disco de Tom Waits, Bas As Me, es un buen resumen de todos los ingredientes que siempre componen cada una de sus creaciones: rocks enojados, blues bizarros y baladas poéticas y melódicas, el conjunto con mucho ritmo y potencia. Sin olvidar su voz… cada vez más ronca.


Tom Waits: "Satisfied" (vídeo colgado en YouTube por antirecords)

Vuelve el mismísimo Tom Waits, uno de los artistas más creativos y originales del panorama musical de los 40 últimos años, con un disco de estudio, y un título muy acorde al personaje, Bad As Me, después de siete años de silencio (en las disqueras por lo menos, pero no en el cine).

Este músico y compositor, nacido en California en el 1949, empezó su carrera con Herb Cohen, el manager de Frank Zappa. Este detalle quizá puede ilustrar un poco mejor la locura y la personalidad del joven Waits, quien con 22 años ya tenía todo un personaje armado y una voz inimitable que no dejaba a nadie indiferente (Closing Times, 1973).

Su carácter provocativo, su gran sensibilidad, su curiosidad insaciable en lo que se refiere a las sonoridades y su inmenso interés por todo lo que le rodea, con especial atención sobre lo que ocurre en el mundo, terminaron de definir el estilo inconfundible de este peculiar artista.



Tom Waits: "Last Leaf" (vídeo colgado en YouTube por mindthegap007)

Desde entonces, Waits ha navegado en cada uno de sus 18 álbumes por el blues y el jazz, con un piano omnipresente, en discos emblemáticos como Frank’s Wild Years (1973) o The Heart of Saturday Night (1974), los sonidos electrónicos en el increíble Real Gone (2004) y cualquier otro tipo de música (del swing al cabaret, pasando por el country o el vals) en Rain Dogs (1985) o Blood Money (2002), alternando la canción con el cuento (Nighthawks at the Diner, 1975), eligiendo instrumentos étnicos (Swordsfishtrombones, 1983) u ordenadores, y mezclando las baladas poéticas, en Blue Valentine (1978), Alice (2002) u Orphans (2006), entre otros, con el rock casi agresivo (Mule Variations, 1999). Todos estos ingredientes se superponen en cada uno de sus trabajos (incluyendo a Bad As Me, 2011), tirando hacia un lado u otro, pero siempre con su voz áspera y potente como principal protagonista… y mucho ritmo.

Su notoriedad y la gran calidad de cada una de sus propuestas, le permiten rodearse de grandes músicos. En Bad As Me, participaron 19 artistas más o menos conocidos, pero todos a la altura de las locuras creativas del señor Waits. Algunos de ellos son fieles acompañantes del artista como Marc Ribot a la guitarra o su hijo Casey Waits a la batería, que lo siguen desde hace años, sin olvidar a Kathleen Brennan, su esposa y compañera musical desde los años 80. Otros son invitados de lujo, como el mismísimo Keith Richards, Flea (bajista de los Red Hot Chili Peppers) o David Hidalgo de Los Lobos a la guitarra, percusiones y acordeón (que también trabajó en el Together Through Life de Bob Dylan).



Tom Waits: "Tell Me" (vídeo colgado en YouTube por jurassicpunk)

Bad As Me es muy representativo de los trabajos de Waits. Las dos principales diferencias son unos temas más cortos que de costumbre y un piano bastante discreto. Sus discos suelen empezar con piezas potentes, como en este caso “Chicago”, con una guitarra “Rollinga” y un ritmo casi agresivo. La energía no decae con “Raised Right Men”, un rock enojado, en el que Waits subraya la intensidad del conjunto tocando la tabla, esta percusión hipnótica india, sin parar.

Menos mal que desacelera un poco el ritmo con la canción siguiente, “Talking At The Same Time”, la típica balada waitsiana, con un piano blusero que apoya en tela de fondo una voz casi dulce y romántica. Sin embargo, Waits no habla de amor, sino de la sangre derramada en el mundo “al mismo tiempo” que otros ganan mucho, mucho dinero…



Tom Waits: "Back In The Crowd" (vídeo colgado en YouTube por antirecords)

Otras baladas componen este álbum como “Face to The Highway”, “Pay Me”, “Back in the Crowd”, “Kiss Me”, “New Year’s Eve” o “Tell Me” (uno de los tres temas del disco bonus) de las que algunas son pequeñas joyas (“Last Leaf”). A pesar de esta voz áspera y dura, que casi podría molestar, y de esta imagen de personaje rudo y poco accesible, Waits siempre compone melodías muy dulces y humanas que oscilan entre el ambiente de carretera sureña o de navidad debajo de la nieve…

La fuerza de este artista reside, entre otras características, en su capacidad de alternar en un mismo disco estos temas suaves y nostálgicos con pequeñas locuras muy suyas: “Get Lost” (un delirio blusero en el que nos creemos tranquilamente que puede haberse perdido), “Bad As Me”, “Satisfied” (un homenaje rockero a los Rolling Stones) o el alucinante “Hell Broke Luce” (con sonidos de ametralladora de regalo), por ejemplo.

Su personalidad, además de este estilo totalmente atípico y personal, lo afianzan como un músico totalmente indispensable e incomparable.



Tom Waits: "Talking At The Same Time" (vídeo colgado en YouTube por nilnauman)