miércoles, 9 de julio de 2008
Una clase de Educación para la Ciudadanía en vivo y en directo (¡¡Fernández de la Vega Live!!)
Autor: Juan Antonio González Fuentes - Lecturas[{0}] Comentarios[{1}]
Sociedad en Blog personal por Sociedad
¡Pasen y vean!, la vicepresidenta del gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, da a unos niños de 15 años una clase completa de Educación para la Ciudadanía en vivo y en directo. Sin desperdicio

Juan Antonio González Fuentes 

Juan Antonio González Fuentes

Llevo más de dos años enfrentándome al reto diario de escribir un folio en blanco con destino a los lectores de estos Ojos de Papel electrónicos. La verdad es que pensé que sucumbiría al esfuerzo a las pocas semanas. En mi fuero interno no me veía capaz, al menos por mucho tiempo, de buscarle a las horas del día un momento para sentarme y escribir algo más o menos legible y de algún interés para alguien en algún rincón del mundo. Y sin embargo aquí estoy, empeñado en el empeño gracias a la paciencia de los lectores (más de mil diarios en un milagro permanente) y de Rogelio López Blanco, el brillante muñidor final del asunto.

Pero el miedo y el vértigo continúan. Puedo asegurarles que hay noches en las que me despierta el horror a no tener sobre qué escribir al día siguiente. Y que hay momentos sentado ante la pantalla blanca del ordenador tan desesperantes y vacíos que su sólo recuerdo me produce angustia. Es como estar sometido de forma constante a la zozobra previa a las preguntas de un examen que uno sabe que no sabe.

En este sentido puedo asegurar sin miedo a caer en la exageración que, en gran medida, mi vivir cotidiano viene marcado por la necesidad de escribir esta página. Leo el periódico, voy al cine, leo libros, miro, paseo, huelo, toco, sueño, imagino, contemplo, bebo, como..., al tanto de encontrar algo factible de dejar plasmado en la terrible y perenne página en blanco.

A veces, lo confieso, salgo satisfecho del envite. Es cuando he logrado contar en un folio, o folio y medio, lo que realmente quería contar. Incluso en ocasiones mientras voy escribiendo descubro o caigo en cosas que antes ni siquiera me planteaba. Pero hay otros días que me levanto de la mesa con la sensación de haber cumplido tan sólo el expediente, y un regusto amargo y triste en la cabeza y el espíritu.



"Fernández de la Vega al descubierto" (vídeo colgado en YouTube por SUPERMONTSE)

Hoy es un día de esos temibles en los que a la ausencia de tema se le suma la ausencia de tiempo, combinación diabólica cuyo primer síntoma es el estrés y la angustia. Ayer pasé la noche corrigiendo las pruebas de un libro del Museo de Bellas Artes de Santander, pruebas que esta mañana, casi a primera hora, entregué en la sede del Museo. Luego tenía cita en el despacho a las diez con un asunto que ya no podía posponer. En algún momento del día debo entregar los exámenes de mis dos asignaturas con las correcciones realizadas en rojo en el Centro Universitario. Pero a las siete de la tarde debo estar en Comillas acompañando a un amigo para ver locales, y después he quedado a cenar con el escritor Jesús Pardo en San Vicente de la Barquera, a más de setenta kilómetros de mi ciudad. A la vez tengo que comer, sacar al perro a pasear las veces reglamentarias, leer el periódico, acabar la novela que tengo entre manos, contestar al correo, hablar por teléfono... Y para colmo mañana marcho a Madrid a las dos de la tarde. ¿Cuándo escribir el post de mañana? ¿Sobre qué escribir? Me levanto cada treinta segundos a estirar las piernas, muerdo un lápiz, miro al techo, cierro los ojos, miro por la ventana..., y noto que el corazón late cada vez más deprisa, como un tam tam de la jungla que convoca a una reunión ineludible entre fieras salvajes. ¡No llego!, ¡no puedo!, ¡no me da tiempo! ¡Nooooo!

Pero siempre, siempre surge el milagro, la idea, el asunto que te propicia salir del paso más o menos airoso. Esta vez la solución me llega por el correo electrónico. Y otra vez me la da sin querer un buen amigo, el escritor Jesús Laínz. Abro su correo y con una sola frase lacónica que no viene al caso, me adjunta una dirección de YouTube, es decir, me envía una secuencia de algo que desconozco, pues su frase no da muchas pistas, tan sólo que lo que voy a contemplar le produce a él pesar, estupor e incredulidad.

Pongo en marcha la historia y contemplo las imágenes que me llegan del ciberespacio, imágenes que ahora quiero compartir con todos ustedes por juzgarlas instructivas y porque me resuelven la comparecencia de hoy. Jesús Laínz es un tipo que, francamente, no admitiría bien el adjetivo “progresista”. A su pluma debemos ya varios libros fente y contra los nacionalismos periféricos españoles, entre ellos al menos uno excelente y desde su publicación ya inevitable en cualquier bibliografía que se precie sobre el asunto. Me refiero a su trabajo Adiós, España. Verdad y mentira de los nacionalismos (Ediciones Encuentro, Madrid 2004, con prólogo de Stanley Payne).

Quien sea asiduo lector de mi Pulso de la Bruma, seguro que tampoco me calificaría a estas alturas como “un progresista” (en el sentido que creo todos conocemos). ¡Líbreme Dios de todos los males, incluyendo el del progresismo español al uso! Es más, leyendo “entre líneas” (entrecomillado irónico) algunos de los comentarios que se han hecho a mis post, estoy casi convencido de que algunos lectores me colocarían sin problemas el sambenito de “facha españolista” (+ la consiguiente retahíla de epítetos y lugares comunes que suelen acompañar a frase tan vacía de contenido real). Por lo tanto, no serán pocos los que “vean” este post como una prueba irrefutable más de mi consolidado y creciente facherío. Bien, no comment, es decir, sin comentario. Me pongo las vendas antes de tener las heridas, lo admito, y no me gusta nada el hacerlo, pero me curo en salud, siguiendo con las frases hechas.

Sencillamente me apetece que quien quiera entre, vea, escuche y juzgue con total libertad. A mí me ha resultado ha experiencia impagable. Gracias Jesús, hoy me has dado el trabajo hecho.


NOTA: En el blog titulado El Pulso de la Bruma se pueden leer los anteriores artículos de Juan Antonio González Fuentes, clasificados tanto por temas (cine, sociedad, autores, artes, música y libros) como cronológicamente.