El viceministro de Coordinación con los Movimientos 
Sociales, 
Sacha Llorenti, en una carta al ex vicepresidente, le explicó 
que con la nueva Constitución, aprobada por el 61,4% de los bolivianos, serán 
juzgados como traidores a la Patria a todos aquellos que actuaron como él o 
Sánchez de Lozada, “destruyendo el patrimonio del Estado”. Para remachar 
el mensaje, el ministro 
Romero lamentó que 
Cárdenas se haya 
dedicado a difamar a 
Evo Morales y a sus ministros: “Nos ha atribuido 
responsabilidad directa de esos hechos. Esa politización va a impedir esclarecer 
favorablemente esa causa”. A su vez, el líder campesino 
Alfredo 
Huañapaco, implicado directamente en los hechos señaló que la decisión de 
allanar la casa de 
Cárdenas se tomó ante la “traición” que sufrieron los 
indígenas de la comunidad de Sanckajawira: “Nosotros no perdonamos que se haya 
traicionado al hermano [
Evo] 
Morales, al proceso de 
cambio”. 
Ante esta situación 
Víctor Hugo Cárdenas decidió no 
quedarse callado, al ser “una obligación de todos los bolivianos y bolivianas la 
lucha por la recuperación de la vida democrática… ahora extraviada por los 
caminos del autoritarismo, los encapuchados, la falta de respeto por la ley y la 
constitución, el allanamiento de domicilios, los chicotazos a mujeres y niños, 
el encubrimiento permisivo de la corrupción y a quienes cometen delitos contra 
la vida humana y la propiedad privada. Junto a muchos patriotas… estamos en la 
lucha política desde los años setenta. Luchamos contra las dictaduras de 
Bánzer y 
García Meza, nos apresaron y nos torturaron pero jamás 
tocaron a mi mujer y mis hijos. A pesar de estos abusos, mi voz, como la de 
todos los bolivianos y bolivianas comprometidos con la recuperación democrática, 
no se callará. Seguiremos en la lucha por construir una Bolivia democrática, 
autonómica, solidaria, libre, intercultural, con menos desigualdades e 
injusticias. Una Bolivia donde nuestros hijos puedan dormir tranquilos y 
convencidos de sus padres retornarán a sus casas a almorzar o cenar con ellos. 
Una Bolivia donde indígenas y no indígenas, donde morenos, negros y blancos, 
donde altiplánicos, vallunos y orientales, donde ricos y pobres, en fin, donde 
hombres y mujeres podamos compartir el compromiso de construir un proyecto 
democrático intercultural”. 
Éste es el mensaje del hombre que debió 
aguantar los ataques indiscriminados orquestados desde el poder, o tolerados por 
el poder. En el fondo es lo mismo, ya que si el gobierno es incapaz de proteger 
los derechos de las minorías es incapaz de garantizar el futuro democrático del 
país, especialmente si se tiene en cuenta que las minorías de hoy serán las 
mayorías de mañana y así en el futuro. El problema es que ésta no es la forma de 
pensar de 
un gobierno y 
un movimiento (el MAS) que creen que están legitimados para ejercer el poder 
durante largo tiempo. Gestos como el de 
Cárdenas 
indican que todavía hay quien se levanta para decir libremente todo aquello que 
piensa.
Victor Hugo Cárdenas “expulsado” de la comunidad (vídeo 
colgado en YouTube por CEPABOL)