Luca Guadagnino: <i>Io sono l’amore</i> (2009)

Luca Guadagnino: Io sono l’amore (2009)

    GÉNERO
Cine

    TEMA
Crítica de la película Yo soy el amor, de Luca Guadagnino (por Eva Pereiro López)

    TÍTULO ORIGINAL
Io sono l’amore

    FICHA TECNICA
País: Italia. Año: 2009. Duración: 123 minutos. Género: Drama. Reparto: Tilda Swinton (Emma Recchi), Flavio Parenti (Edoardo, hijo), Edoardo Gabbriellini (Antonio), Alba Rohrwacher (Elisabetta), Pippo Delbono (Tancredi), Maria Paiato (Ida), Diane Fleri (Eva), Waris Ahluwalia (Sr. Kubelkian), Gabriele Ferzetti (Edoardo Recchi), Marisa Berenson (Allegra). Guión: Barbara Alberti, Ivan Cotronero, Walter Fasano y Luca Guadagnino. Música: John Adams. Fotografía: Yorick Le Saux. Montaje: Walter Fasano
















Magazine/Cine y otras artes
Yo soy el amor (Io sono l’amore), película de Luca Guadagnino
Por Eva Pereiro López, jueves, 1 de julio de 2010
Navidades en Milán. La familia Recchi, cuya fortuna proviene de la industria textil, se reúne para celebrar el cumpleaños del patriarca. Todo en la mansión de Tancredi (Pippo Delbono), el primogénito, está listo para la ocasión. Emma (Tilda Swinton), su mujer, se ha ocupado del acontecimiento como acostumbra, y los sirvientes se esmeran en acabar a tiempo los últimos detalles. Los invitados van llegando. La nieve cae sin parar. Todos saben que el abuelo aprovechará la celebración para ceder las riendas de la empresa familiar. La sorpresa llega cuando éste anuncia que divide el poder entre Tancredi y su nieto Edo (Flavio Parenti), hijo mayor de Tancredi.


Yo soy el amor (Io sono l´amore) describe la vida de la clase alta industrial italiana acorde con los tiempos que corren y que, como en El Gatopardo de Visconti (basada en la novela homónima de Giuseppe Tomasi Di Lampedusa), está obligada a cambiar para que todo siga siendo como hasta ahora. El paralelismo es evidente aunque el director Luca Guadagnino apuesta, al contrario que en el clásico, por centrar su relato en Emma, nombre que le da su marido al traerla de Rusia para desposarla. Emma – guiño a Flaubert y su imperecedera Madame Bovary - ha aprendido a ser la perfecta milanesa de la alta burguesía: distinguida y elegante, discreta, siempre a la sombra de su marido, dedicada exclusivamente a su familia y a la perduración y respetabilidad de la dinastía Recchi. Reclusa en la lujosa mansión familiar, a Emma le ha tocado vivir una vida en la que no acaba de encajar.

Cuando Elizabetta (Alba Rohrwacher), la hija menor, confiesa a su madre que se ha enamorado de una mujer y huye a Londres dejando atrás el yugo de la respetabilidad social, comienza el derrumbe imperceptible de la familia Recchi. Edo, además de enfrentarse a la decisión que su padre ha tomado de vender la empresa a una compañía india, persiste en la idea de montar un restaurante con un amigo chef, Antonio (Edoardo Gabbriellini), al que su padre ningunea y veta sus creaciones culinarias en el restaurante familiar. La pasión irrumpirá en la vida de Emma al conocer a Antonio y su amor por la gastronomía. Pero el precio que Emma tendrá que pagar por su libertad fuera de los Recchi será excesivamente alto.



El magnífico trabajo de Tilda Swinton en el rol principal es de una contención singular que deja sin respiración y eclipsa al resto de actores a pesar de que cada uno de ellos cumple con su papel. La musa de Guadagnino es simplemente exquisita. La calidad de las secuencias del film es más que notable, los detalles que aparecen como por azar en esa mansión-cárcel de puertas adentro, la grisura intensa que asola Milán en invierno contrapuesta a la luz cegadora de San Remo y sus alrededores boscosos cuando Emma empieza a levantar el vuelo logran que Io sono l’amore crezca en intensidad a medida que va quedando claro que ya no hay vuelta atrás.

Como escribía Tolstói en Ana Karenina: “Todas las familias dichosas se parecen, pero las infelices lo son cada una a su manera”.



Tráiler en español de Io sono l’amore, película de Luca Guadagnino (vídeo colgado en Youube por libertaddigitaltv)