Tomas Alfredson: Déjame entrar (2008)

Tomas Alfredson: Déjame entrar (2008)

    GÉNERO
Cine

    TEMA
Crítica de la película Déjame entrar, del director Tomas Alfredson (por Eva Pereiro López)

    FICHA TÉCNICA
País: Suecia. Año: 2008. Duración: 114 minutos. Género: Drama, terror, fantástico. Reparto: Kåre Hedebrant (Oskar), Lina Leandersson (Eli), Per Ragnar (Håkan), Henrik Dahl (Erik), Karin Bergquist (Yvonne), Peter Carlberg (Lacke), Ika Nord (Virginia), Mikael Rahm (Jocke). Guión: John Ajvide Lindqvist. Producción: John Nordling y Carl Molinder. Música: Johan Söderqvist. Fotografía: Hoyte Van Hoytema. Montaje: Dino Jonsäter y Tomas Alfredson. Vestuario: Maria Strid

    PREMIOS
Festival de Sitges 2008: Premio Meliés de Oro a la Mejor Película Europea




















Magazine/Cine y otras artes
Déjame entrar, película de Tomas Alfredson
Por Eva Pereiro López, lunes, 4 de mayo de 2009
Déjame entrar es el primer largometraje de Tomas Alfredson que llega a las pantallas españolas. Basada en la novela homónima de John Ajvide Lindqvist, que es aquí el guionista, recoge todos los arquetipos tradicionales de las películas de vampiros fusionando además, con exquisita sensibilidad, elegancia y originalidad, la historia de supervivencia que nace entre los dos protagonistas, asombrosamente naturales a pesar de lo monstruoso. De ritmo pausado pero sin pausa, Déjame entrar es romántica y bella, delicada a pesar de las dosis justas y necesarias de sangre.


Oskar (Kare Hedebrant) tiene doce años. Vive en un barrio residencial de Estocolmo y en el colegio sufre abusos continuados por parte de sus compañeros. No tiene amigos. Sus padres, separados y preocupados por sus problemas, parecen haberle olvidado en ese paisaje desolado e invernal donde la vida transcurre lentamente ensordecida por la nieve, como si ésta hubiese conseguido borrarla. Sus ojos, de un azul cristalino, reflejan una soledad transparente y profunda más propia de otras edades. Pero un día Oskar conoce a Eli (Lina Leandersson), su nueva vecina, una chica que como él parece sufrir la misma enfermedad en silencio. Aunque Eli, además, tiene un secreto.

Corre el año 1982, el resplandor de las farolas en la nieve sucia apenas rompe la oscuridad y las gélidas temperaturas sofocan el poco calor humano de una sociedad que parece hibernar. Oskar desearía ser fuerte y valiente, pero día tras día vuelve a casa cabizbajo, castigado por los listillos de la clase. Sueña con vengarse algún día. Pero esa niña misteriosa a la que sólo ve de noche, cuando después de cenar su madre le permite salir un rato al patio, resquebraja la burbuja de aislamiento en la que vive. El apoyo que poco a poco Oskar va a encontrar en su extraña vecina es conmovedor.

En Déjame entrar los adultos han perdido todo protagonismo diluidos en su confusión, frustraciones e insatisfacción. De hecho, Alfredson utiliza inteligentemente el segundo plano o el desenfoque para retratarlos en la atmósfera envolvente e inquietante del film. Eli es, en parte, el contra ejemplo del adulto, lleva mucho tiempo teniendo doce años pero ha sido castigada por su condición a una niñez eterna. El espectador se verá sin duda seducido por este cuento fantástico, diferente, poético y de elegante exposición.



Tráiler subtitulado al español de Déjame entrar, del director Tomas Alfredson (vídeo colgado en YouTube por cinedelbueno)