Pink Martini: Hey Eugene (2008)

Pink Martini: Hey Eugene (2008)

    GÉNERO
Música

    TEMA
Crítica de Hey Eugene, último CD de Pink Martini (por Marion Cassabalian)

    OTROS DATOS
Lanzamiento: 2008. Discográfica: Heinz Records. Grabación y mezcla: Dave Friedlander. Producción: Thomas M. Lauderdale y China Forbes. Diseño: Mike King. Fotografía: Thomas M. Lauderdale y Amy Archer



Pink Martini: Hang On Little Tomato (2004)

Pink Martini: Hang On Little Tomato (2004)

Pink Martini: Sympathique (1997)

Pink Martini: Sympathique (1997)

Pink Martini

Pink Martini


Magazine/Música
Crítica de Hey Eugene, CD de Pink Martini
Por Marion Cassabalian, lunes, 1 de diciembre de 2008
Pink Martini, la “pequeña orquesta de Portland”, con Thomas M. Lauderdale y China Forbes a su cabeza, presenta su último disco, Hey Eugene, un cóctel de ritmos, melodías, idiomas y estados de ánimo, un verdadero viaje por el planeta y por las emociones.
Pink Martini es un grupo que sorprendió al público desde la publicación de su primer disco Sympathique, en 1997. Esta “pequeña orquesta de Portland” (Oregon) compuesta de 12 músicos estadounidenses con orígenes internacionales, mezcla los estilos y los idiomas, pero con un color propio inconfundible. La mejor definición para describir esta banda es sin duda la del hombre que está detrás de este proyecto grandioso, el pianista Thomas M. Lauderdale: “Pink Martini es como un musical romántico de Hollywood de los años 40 o 50, pero con una perspectiva global y modernista. Traemos distintas melodías y ritmos de diferentes partes del mundo y los ponemos juntos para crear algo nuevo y bello”. Y así es: en sus tres discos, Pink Martini va de la salsa a la samba, pasando por el blues y las baladas románticas, arriesgándose en árabe, portugués o incluso en ruso.

Esta banda no sería nada sin la preciosa voz y el tremendo carisma de China Forbes, la glamurosa cantante de la formación y compositora de varios temas. Su acento estadounidense cantando baladas en francés pone la piel de gallina y su presencia sobre el escenario focaliza toda la energía de los músicos y del público. El encuentro de ambos artistas en la universidad de Harvard, cuando él estudiaba historia y literatura, y ella pintura, literatura inglesa y teatro, terminó de pulir la personalidad del grupo y de definir el camino a seguir.



Pink Martini: "Hey Eugene" (vídeo colgado en YouTube por dahan001)

Otra gran cualidad de esta banda es su capacidad para mezclar composiciones propias con covers de los más originales. Los temas propios, compuestos principalmente por Lauderdale y Forbes, suelen estar en inglés o en francés y con un toque siempre romántico, gracioso y agridulce. Una de sus canciones que más éxitos cosechó fue un tema del primer álbum de la banda, “Je ne veux pas travailler” (falsamente atribuido a la cantante francesa Edith Piaf), que fue nominado “Canción del año” en las Victorias de la Música en Francia en 1997, además de ser difundido por numerosos medios en el mundo entero (especialmente en Francia) e incluido en decenas de recopilaciones y hasta en comerciales.

Otras de las canciones que podemos encontrar en sus álbumes son covers o nueva grabaciones de temas de otros países (Croacia, Brasil, etc.) y grabados con la participación de un artista representativo del folklore de su región, como por ejemplo “Una notte a Napoli” con la artista italiana Alba Clemente o “Kikuchiyo to Mohshimasu” con el japonés Hiroshi Wada, en su segundo disco editado en 2004, Hang On Little Tomato.

Todos los fans de la “pequeña orquesta de Portland” (y son muchos), esperaban con mucha expectación su último trabajo, preguntándose si Pink Martini iba a lograr ser tan originales como lo habían sido hasta ahora. Pues lo lograron. El resultado es Hey Eugene, un álbum con un color muy propio y una mezcla de estilos sorprendente. Pero lo más fascinante es sin duda el contraste agridulce entre la música y las letras. Escuchando bien las letras (o leyéndolas en el libreto del álbum que incluye la traducción al inglés de todas las canciones), se comprueba que el término repetido (y eso en los siete idiomas utilizados en el disco) es la palabra “lágrimas”, cosa difícil de creer cuando la parte instrumental está marcada por ritmos en su mayoría alegres y festivos. Este contraste le da todavía más personalidad a este álbum compuesto por 13 temas que oscilan entre el blues, la salsa y la música de cabaret, pasando por el folclore árabe o japonés.



Pink Martini: "Tempo perdido" (vídeo colgado en YouTube por ephrats)

Lauderdale al piano, Forbes al canto y los 13 músicos que les acompaña en este trabajo nos llevan, con Hey Eugene, por un viaje que empieza por un blues en francés, con una letra particularmente depresiva, que no aparece siquiera en el libreto o en la lista de las canciones. Este regalo fantasma es una forma muy peculiar de empezar un álbum para los que entendemos este idioma… Menos mal que el protagonista de esta canción decide levantar su cabeza de los rieles antes de que llegue el tren y que el segunda tema, todavía un poco nostálgico, es por lo menos más romántico y esperanzador. El tercer tema, "Tempo perdido” del gran compositor de samba Ataulpho Alves, es el perfecto ejemplo del contraste latente en este álbum entre ritmo alegre y letras desgarradoras. Los músicos de Pink Martini están acompañados en esta canción por el Coro de Gospel de The Jefferson High School.

Mar desconocido”, el cuarto tema, del peruano Martín Zarzar, acentúa la onda nostálgica de este álbum; de nuevo se repite la palabra “lágrimas”. La quinta canción, una historia de amor en japonés, escrita por Taku Izumi y Michio Yamagami, es el primer tema relativamente alegre de este disco. Los dos siguientes, “City of Night” en inglés y “Ojalá”, en una mezcla muy lograda entre francés y español, son composiciones propias que persisten en jugar con este sentimiento de nostalgia agridulce. “Bukra wba’do”, que cuenta la hermosa ansiedad que siente un amante a la espera de la próxima cita con su amor, logra por fin darnos ganas de bailar. Los dos temas que siguen, “Cante e dance” de Phil Baker y el excelente “Hey Eugene”, compuesto por China Forbes, mantienen un poco este swing hasta llegar a los dos mejores temas de este álbum, cada uno por razones muy distintas: la versión de la preciosa canción “Syracuse”, del famoso cantante Henri Salvador, es un placer por los oídos, mientras “Dosdevanya Bombino”, la penúltima pieza del álbum, es un tema en italiano y ruso muy divertido, que definitivamente logra levantarnos de nuestros asientos. Para terminar, se eligió un clásico: “Tea For Two” del musical “No, no, Nanette”, de Vincent Youmans e Irving Caesar.

El resultado es un disco nostálgico que, sin embargo, logra ser muy animado a pesar de unas letras tan tristes. Hey Eugene deja curiosamente un sentimiento de alegría y de ganas de bailar, pero sobre todo de viajar por el mundo al encuentro de nuevas melodías.



Pink Martini: "Taya Tan" (vídeo colgado en YouTube por irenepitesti)