Enrique Gil Calvo: La lucha política a la española (Taurus, 2008)

Enrique Gil Calvo: La lucha política a la española (Taurus, 2008)

    TÍTULO
La lucha política a la española (Taurus, 2008)

    AUTOR
Enrique Gil Calvo

    EDITORIAL
Taurus

    GÉNERO
Ensayo

    OTROS DATOS
Madrid, 2008. 192 páginas. 19,50 €



Enrique Gil Calvo

Enrique Gil Calvo


Reseñas de libros/No ficción
Enrique Gil Calvo: La lucha política a la española (Taurus, 2008)
Por Bernabé Sarabia, lunes, 3 de marzo de 2008
Comienza esta obra con una afirmación llena de interés: “España padece una enfermedad civil cuyo peor síntoma es el exceso de crispación, entendida como hipertrofia de la confrontación política”. Su autor es un profesor de Sociología en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de Universidad Complutense, doblado de analista político en el diario El País y tertuliano en la SER. Enrique Gil Calvo ha ido construyendo con sus numerosas, diversas y premiadas obras una fina e interesante visión de la sociedad contemporánea en la que la reflexión sobre España ocupa un lugar destacado.

En esta entrega ha prescindido de las hombreras que impone el ensayo académico, y con un estilo aligerado de citas ha rematado con sorprendente amenidad un libro cuyo subtítulo, Tragicomedia de la crispación, refleja muy bien el contenido del mismo. La tesis de Gil Calvo, como ya hemos señalado, parte de afirmar que España sufre una tremenda crispación derivada de la confrontación política y de los intereses de los distintos medios de comunicación. Su argumentación se desenvuelve en seis capítulos que se inician con una descripción de la situación actual en la que vemos una personificación al máximo de la política, una hipervisualización de los líderes aupada tanto por la prensa como por la radio o la televisión. Las crisis, los escándalos –Watergate, Lewinsky- venden y eso es beneficio empresarial.
 
Ya en la mitad de su obra, Gil Calvo descifra la estructura del sistema español de partidos buscando razones para entender lo que él ve como un exceso de conflictividad que deteriora la vida política española. Completa este análisis con una revisión de los posibles antecedentes históricos de la crispación de esta última legislatura. El último tramo de este volumen indaga la posible racionalidad política subyacente a la práctica política de la crispación. Para Gil Calvo los partidos políticos españoles, conscientes del poder persuasivo de las metáforas, han hecho un uso abusivo de ellas. De este modo, la metáfora a la que recurre el Partido Popular de una España enferma en trance de desmembración sería tan falsa como contraproducente. En la otra cara de la moneda, el optimismo generado por el Partido Socialista, capaz únicamente de ver el conflicto como algo derivado estrictamente de las elucubraciones de la derecha, también sería un error. El nacionalismo, poseedor asimismo de sus propias metáforas justificativas, construiría metafóricamente un Madrid como síntesis de todos los males.

Con un minidecálogo despide Gil Calvo un libro que además de conformarse como una buena brújula de la política española desprende un aviso: la sociedad civil está empezando a cansarse de sus políticos

Se cierra este volumen volviendo al rechazo del juego sucio de la clase política en sus dos dimensiones básicas: crispación y manipulación de las instituciones, de la justicia y de los medios de comunicación. Con un minidecálogo despide Gil Calvo un libro que además de conformarse como una buena brújula de la política española desprende un aviso: la sociedad civil está empezando a cansarse de sus políticos.

Hasta aquí los grandes trazos de este volumen. Ahora bien, si disponemos del tiempo necesario para una lectura sosegada en plan papel y lápiz vemos que a este volumen le pasa lo que a las fotografías tiradas con cámaras digitales baratas: en cuanto amplías la foto esta se pixela y el fondo se ve a través de los agujeros. Cuando Gil Calvo analiza el comportamiento político de la derecha española, a la que califica de incivil, parece que le pesa demasiado su lugar de trabajo, la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología que en Madrid constituye sin duda un espacio para la intolerancia. Hace nada la representación de sus profesores votó en contra de que hicieran profesor Emérito a Amando de Miguel, uno de los fundadores de la moderna sociología española, y sus estudiantes trataron de impedir un acto electoral a Rosa Diez. (Algún día habrá que estudiar el comportamiento moral y político de tantos profesores que desde la izquierda caviar están haciendo un tremendo mal a la Universidad española). Por otro lado, el conjunto del Grupo Prisa ha demostrado dos cosas: su capacidad para generar excelentes productos audiovisuales, editoriales incluidas, y su control ideológico sobre todo aquello que sale de sus factorías. Está por ver lo que sucede tras la muerte de su genio creador, Jesús Polanco. Sus sucesores quizá no tengan su capacidad creativa y de autoridad.

En todo caso, sigue en pie la tesis central de este volumen; a saber, que la clase política debe aprender a “autorregularse” y a no tratar de invadir los espacios de las instituciones que conforman la arquitectura del Estado de Derecho. Al mismo tiempo los medios de comunicación, cada vez más politizados y dependientes de sus soportes económicos, deben entender que no se puede intentar ganar dinero a costa de renunciar a los principios éticos.