La inmensa mayoría de las cuestiones pasan desapercibidas, sea por dicha
saturación sea por la ausencia de una presentación adecuada de las mismas.
Pretender que el impacto de una genialidad, sin menoscabo de su relevancia
momentánea, puede resolvernos la papeleta es una ingenuidad.
Crear contenidos para una página web, pues, no es
un trabajo meramente rutinario, ni superficial, ni cosmético, ni espontáneo, ni
puede estar sujeto a la improvisación. No es que no todo valga. Lo cierto es que
solamente muy pocos asuntos y enfoques son verdaderamente válidos. Cuando
concebimos un web site para informar sobre nuestros productos, servicios e
informaciones a los clientes potenciales, estamos obligados a captar su
atención, a que verdaderamente nos tengan en cuenta.
Acudamos al consultor Fernando de la Rosa: “…en la economía de la atención se
vuelve cada vez más importante satisfacer a las personas ofreciendo
información interesante y relevante, es decir ofrecer información de
valor. Un consumidor feliz te premia con su atención, o te da sus datos
(intercambia felicidad por privacidad) o te da su dinero (por ejemplo, compra
viajes a buen precio que le interesan). Cualquier negocio de futuro que quiera
convivir con la economía de la atención debe basarse en comunicar información
interesante y relevante a sus consumidores”.
En resumen, cuando alguien le propone dinamizar su web para convertirla en
un canal de comercialización mediante campañas de email marketing, creación de recursos
gráficos, rotación de noticias, redifusión en redes sociales, etcétera, ha de
contar con que estas acciones deben formar parte de un plan estratégico que esté regido por el
principio de la economía de la atención. No tener presente este factor acabará
siendo un fraude al propietario del web cuando éste carece de suficiente información y un mínimo de
conocimiento sobre este tipo de cuestiones.