Terry Southern: <i>El cristiano mágico</i> (Impedimenta, 2012)

Terry Southern: El cristiano mágico (Impedimenta, 2012)

    TÍTULO
El cristiano mágico (The Magic Christian)

    AUTOR
Terry Southern

    EDITORIAL
Impedimenta

    TRADUCCCION
Enrique Gil Delgado

    OTROS DATOS
Madrid, 2012, 148 páginas, 17,30 €



Terry Southern

Terry Southern

Ana Matellanes García

Ana Matellanes García


Reseñas de libros/Ficción
Todos tenemos un precio: El cristiano mágico de Terry Southern
Por Ana Matellanes García, miércoles, 18 de abril de 2012
La certeza de que el dinero puede llegar a condicionar la temperatura moral de una sociedad es inquietante. Si esta reflexión es presentada como una sátira humorística que deja al descubierto la capacidad de los seres humanos para venderse o humillarse por un determinado precio, el resultado es también perturbador. El cristiano mágico (The Magic Christian, 1959), del escritor y guionista estadounidense Terry Southern (1924-1995), se sirve precisamente de esta corriente discursiva basada en la parodia y el humor para mostrar las miserias de una sociedad, la norteamericana, obsesionada por el dinero, el poder o la grandeza.

El cristiano mágico se articula en torno a una historia mínima: un rico magnate norteamericano, Guy Grand, decide pasar su tiempo gastando bromas pesadas que casi siempre terminan costándole una buena suma de dinero y, en lugar de escarmentar, sigue perpetrando nuevas bromas que llenan su aburrida existencia de un poco de emoción. Este frágil argumento, que ocupa apenas 150 páginas, no es más que una excusa para que Terry Southern pueda mostrar los defectos y míseras de una sociedad guiada (y cegada) por el poder económico y el valor monetario de las cosas, y donde el lema “tanto tienes, tanto vales” rige las vidas de las personas.

El motor y epicentro de la novela es sin duda el personaje de Guy Grand y sus extravagantes ocurrencias. Caracterizado por el narrador como rico, bromista y excéntrico, un “tipo curioso”, en definitiva, el protagonista de El cristiano mágico es, más que analizado, esbozado por el autor, enfrentando al lector a una parodia de personaje. Grand es el típico estereotipo del gran magnate, pero si en El gran Gatsby de Scott Fitzgerald adquiría una dimensión trágica, en este texto Southern lo reduce a un niño malcriado al que le gusta gastar bromas pesadas.

La novela se sustenta, además de en el personaje protagonista, en el humor y en las hilarantes anécdotas que articulan una estructura que, por otra parte, es difusa y algo predecible. En todos los capítulos que componen el texto se nos plantea una misma escena: Guy Grand toma el té con sus dos ancianas tías y una ridícula amiga de éstas, Ginger Horton. Entre sorbo y sorbo de té el narrador nos presenta al personaje protagonista a través de sus ocurrencias: en todas, Guy Grand decide gastar una broma pesada con el dinero como reclamo, y tras causar la indignación de los que la han sufrido, el “problema” se resuelve con una “alta suma de pasta“.

Quizás el punto débil del texto reside precisamente en esa estructura, en la que se encadenan situaciones e historias sin un hilo argumental concreto, lo que convierte en ocasiones a El cristiano mágico en un texto repetitivo que pierde su capacidad de sorpresa tras los primeros capítulos. Y es que, cuando uno llega al final del libro y descubre el porqué del título, Guy Grand y sus aventuras han perdido parte de su atractivo.

No obstante, Terry Southern se asegura de que al menos cada capítulo-escena contenga una imagen poderosa (por ejemplo, la careta de cerdo, la multa, el barco…) que caracterice cada nueva broma del personaje y sea capaz de impactar al lector en torno a una nueva faceta de la tiranía del dinero.

En este sentido, las historias de Grand sirven como espejo y crítica de ciertos aspectos de la sociedad americana, lo que nos conecta con los principales temas del libro. Como artefacto contracultural El cristiano mágico funciona muy bien a través de la sátira sobre la obsesión por el dinero, por la grandeza y por el poder, sobre la avaricia del ser humano, del capitalismo y el desnudo planteamiento de que todos los seres humanos, absolutamente todos, tienen un precio por el que están dispuestos a humillarse. Una sátira que permite a Southern plantear al lector una reflexión sobre la moral de la sociedad norteamericana, dominada por la escala que establece el dinero y el valor económico de las cosas. Y esto, pese a lo limitado del argumento, es lo que fortalece el significado de la novela.

El cristiano mágico, un artefacto contracultural

Terry Southern es un autor más conocido como guionista que como narrador, y esto se advierte en la textura narrativa de El cristiano mágico, que contiene una estructura y lenguaje cercano a lo audiovisual. El trabajo de Southern será más fácil de ubicar si hablamos de su participación en los guiones de filmes como Easy Ryder, Casino Royale, Barbarella o Dr. Strangelove (¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú), por el que el autor estadounidense recibiría una nominación a los Oscars. También El cristiano mágico encontró una adaptación cinematográfica en un film protagonizado por Peter Sellers y el beatle Ringo Starr.

Situado en el contexto de la contracultura americana e incluido en paralelo dentro de la “corriente” beat, Southern se sirvió de El cristiano mágico para construir una crítica del sistema americano desde una cierta distancia, lo que le permite ser un poco más ácido y menos experimental que los beat. Utilizando precisamente un personaje del stablishment (el gran magnate capitalista), se permite criticar esos valores que encarna el personaje de Guy Grand desde dentro, a través del infantil punto de vista del magnate. En este sentido, el personaje de Grand, sin saberlo, intenta exponer y ridiculizar el sistema que lo ha creado, pero lo hace como una broma, como una diversión. Southern denuncia algunos males del capitalismo y de la sociedad norteamericana, pero se queda en un mero divertimento.

En definitiva, El cristiano mágico es un texto que funciona de una manera poderosa como sátira o divertimento, pero como obra literaria es algo limitada. Hilarante en ocasiones, en otras estremecedor, es un libro interesante en cuanto a lo que tiene de crítica social y moral.