GÉNERO
CINE

    TEMA
Crítica de El jardinero fiel, del director Fernando Meirelles (por Eva Pereiro López)

    OTROS DATOS
País: Reino Unido.
Año: 2005.
Duración: 129 min.
Género: Drama.
Reparto: Ralph Fiennes (Justin Quayle), Rachel Weisz (Tessa Quayle), Danny Huston (Sandy Woodrow), Bill Nighy (Sir Bernard Pellegrin).
Guión: Jeffrey Caine.
Producción: Simon Channing Williams.
Música: Alberto Iglesias.
Fotografía: César Charlone.
Montaje: Claire Simpson.
Diseño de producción: Mark Tildesley.

























Magazine/Cine y otras artes
Continente olvidado
Por Eva Pereiro López, sábado, 31 de diciembre de 2005
Justin Quayle (Ralph Fiennes) es un diplomático británico de categoría media, honrado y reflexivo. Poco antes de ser destinado a Kenia, conoce a Tessa (Rachel Weisz), una activista intrépida, valiente y apasionada. Se enamoran y parten juntos a Nairobi. Ella, siguiendo su vocación, pasará mucho tiempo en los barrios desfavorecidos ayudando en las campañas de detección y prevención del SIDA, junto a un médico amigo (Danny Huston). Durante un viaje al norte del país, Tessa es asesinada. Todo apunta hacia un crimen pasional.
La nueva entrega del brasileño Fernando Meirelles, después del éxito de Cuidad de Dios (Brasil, 2002), se basa en la novela homónima de John Le Carré. El jardinero fiel es sobre todo un drama romántico donde la historia se revela retrospectivamente desde el presente. Pero de la mano de esta relación sentimental entre Tessa y Justin, se nos plantea también, aunque por desgracia en un plano secundario, una denuncia social del poder fáctico de las empresas farmacéuticas sumada además a una intriga política.

Tessa es asesinada y, con su muerte, Justin despierta de la ensoñación en la que vivía entre paisajes africanos excepcionales y la pobreza de las calles de la capital keniata. La versión oficial de lo ocurrido, un crimen pasional, hace agua, y movido por una necesidad de conocer la verdad, Justin escarbará en la pasión activista que era la razón de ser de su compañera.
Con un reparto notable que da crédito y proximidad a la historia, el desarrollo dramático está llevado a buen ritmo, así como la confabulación, que aun siendo previsible, no lo entorpece. El jardinero fiel es un inteligente equilibrio entre drama y thriller espolvoreado de unos paisajes de ensueño

Tessa llevaba tiempo investigando los abusos de poder de la industria farmacéutica que, con la connivencia de los gobiernos implicados, se dedicaba a testear un nuevo fármaco aparentemente revolucionario en las poblaciones más desfavorecidas. Por desgracia, en ocasiones éste había resultado ser mortal.

La intriga política y la denuncia social quedan, como se ha mencionado, en un término poco significativo, a pesar de que hubiera gustado un tratamiento más incisivo de la trama. No se cuenta nada nuevo, aunque hay que reconocer que pocas veces se presenta al gran público este tipo de producto comercial, muy por encima de la media.

Con un reparto notable que da crédito y proximidad a la historia, el desarrollo dramático está llevado a buen ritmo, así como la confabulación, que aun siendo previsible, no lo entorpece. El jardinero fiel es un inteligente equilibrio entre drama y thriller espolvoreado de unos paisajes de ensueño. A mi gusto, sin embargo, y a pesar de la gravedad de la denuncia, resulta una obra demasiado poco perturbadora.