GÉNERO
MÚSICA

    TEMA
Crítica del volumen 7 de The Bootleg Series, último CD de Bob Dylan (por Marion Cassabalian)

    OTROS DATOS
Lanzamiento: 2005.
Discográfica: Sony Music BMG Entertainment.
Producción: Jeff Rosen, Steve Berkowitz, Bruce Dickinson y Martin Scorsese.
Mezcla: Chris Shaw, Mark Wilder y Mike Brauer.
Director de arte y diseño: Geoff Gans.
Temas: de Bob Dylan, excepto “This land is your Land”, de Woody Guthrie.













Magazine/Música
Cuando el folk se hizo rock and roll
Por Marion Cassabalian, sábado, 3 de diciembre de 2005
De repente, la imagen de Bob Dylan vuelve a llenar las tiendas bajo distintos formatos. Primero, llegó el primer tomo de la autobiografía del mítico músico, Crónicas de una riqueza literaria sorprendente. Luego, llegó el doble disco, The Bootleg Series, que servía de banda sonora al ansiado documental de Martín Scorsese y que era más bien una apreciable colección de curiosidades y tomas inéditas. Esta salida coincidió con la puesta a la venta del álbum en directo Live at the Gaslight 1962 (solamente en EEUU). Más tarde, aparecía Bob Dylan: El álbum, 1955-1966, un primoroso libro oficial hecho con mucho arte y creatividad que cubre el mismo vertiginoso periodo que la película de Scorsese No direction home: Bob Dylan, un ambicioso trabajo de 209 minutos realizado por mismísimo director de Taxi Driver.
El volumen 7 de The Bootleg Series, subtitulado No Direction Home, es un CD con grabaciones realizadas entre 1959 y 1966, con 24 temas inéditos incluyendo la primera grabación original que existe de Bob Dylan. Este disco acompaña al espectador en una película que narra la odisea del chico judío de clase media que se reinventó como un moderno Woody Guthrie en las calles de Nueva York. Estos cinco años, en los que el cantante pasa de la música folk al rock and roll, fueron clave en su forma de enfocar la música a lo largo de su extraordinaria carrera. Bob Dylan cambió el rumbo del rock, con su peculiar forma de entender la guitarra y su voz única y reconocible entre mil, pero sobre todo por sus textos, cuyo propósito era reflejar la realidad de la época que le había tocado vivir.

Fue el manager y amigo de Bob Dylan, Jeff Rosen, que durante los últimos 25 años ha ido recogiendo todo el material musical y personal en torno al cantante, el que se puso en contacto con el realizador neoyorquino para iniciar el proyecto de No direction home. Parece ser que Scorsese –quien dirigió anteriormente “The Last Waltz”, un documental sobre el último concierto de The Band, antigua formación de Dylan– se incorporó al proyecto cuando ya estaban rodadas las entrevistas. La grandeza de esta película reside en haber concebido un montaje deslumbrante que cuenta con ejemplar nitidez la vida de un visionario, sin jamás pretenderlo, que se transformó en el símbolo de la contracultura. La música –y su familia– era su única guía. La película incluye la narración del propio artista además de entrevistas exclusivas con Joan Báez, el fotógrafo John Cohen, Allen Ginsberg, Tony Glover, Bruce Langhorne, Paul Nelson, Suze Rotolo, Pete Seeger y Dave Van Ronk, y tantos otros personajes que tuvieron la suerte de poder cruzarse con este genio sensible y curioso.
El arte de Bob Dylan reside sobre todo en su humildad y su fidelidad. 40 años después, este genio del Minnesota sigue haciéndonos vibrar con su voz y su armónica, con la misma discreción que siempre tuvo a lo largo de su vida

La banda sonora de este documental es una verdadera joya: contiene versiones de “Ballad of a thin man” y la famosísima “Like a rolling stone”, registradas en 1966 durante la gira de Dylan por el Reino Unido, incluye también el tema “When i got troubles”, considerado como la primera grabación de una canción original que Bob Dylan realizó en 1959, cuando apenas tenía dieciocho años. Algunas de las grabaciones que recoge el disco fueron descubiertas durante el rodaje del documental, como es el caso de “This land is your land”, una canción de Woody Guthrie que versionó Dylan en una sala del Carnegie Hall de Nueva York. Otros de los cortes que forman el álbum son “Blowin in the wind”, “Masters of war” y “A hard rain’s a gonna’ fall”, grabados en directo en el Town Hall de Nueva York, además de la clásica “Mr. Tambourine Man”, que el cantante interpretó en el Newport Folk Festival en 1964 y del que se recogen imágenes en la película. También destacan “Tombstone blues”, “Desolation row” y la espectacular “Highway 61 revisited”, que da nombre al álbum del que se han extraído estas tomas alternativas, así como la canción “Vision of johanna”, del disco Blonde on blonde. Este álbum forma parte de la colección The bootleg series, que comenzó en 1991 con la publicación de tres volúmenes y siguió en 1998, 2002 y 2004, en la que se puede conocer mejor la obra de Bob Dylan.

El verdadero nombre de Dylan es Robert Allen Zimmermann. Nació en Duluth, Minnesota (EEUU) en 1941, en el seno de una modesta familia de comerciantes judíos, con los que se trasladó, todavía pequeño, a una aldea de la frontera con Canadá. Será allí, en un ambiente tedioso y muy influido por el trabajo de las minas, donde empezará a estudiar música (piano, guitarra) y a escribir sus primeros poemas. A los 16 años había formado su primera banda, Golden Chords. En 1960, se traslada a Minneapolis para estudiar letras y al año siguiente abandona las aulas para frecuentar la bohemia de la ciudad y actuar en público con su nuevo nombre, Bob Dylan, adoptado en homenaje al poeta galés Dylan Thomas. Bob Dylan es un joven comprometido en la lucha contra la injusticia y quiere seguir la senda que, desde esta perspectiva, han trazado algunos poetas y cantantes como Pete Seeger o Jack Elliot y sus ídolos malditos : Rimbaud, Eliot o Brecht. En 1961, Dylan se traslada a Nueva York y, empujado de sus querencias bohemias, frecuenta el Greenwich Village, donde trabará relación con diversos artistas del mundo del folk y del blues y, siguiendo su estímulo, comienza a cantar en algunos programas en directo, lo que le llevará a grabar su primer disco, Bob Dylan, que supone un fracaso comercial. A este trabajo seguirán en 1963 los álbumes The freewhelin´Bob Dylan y The times they are a-changin, que le consagran como uno de los representantes más destacados de la nueva ola de compositores de canción protesta. Dylan colabora con algunas de las organizaciones que defienden los derechos cívicos y se oponen al belicismo que su país mantiene en política exterior, así como a las desigualdades sociales que impregnan de pobreza grandes capas de la sociedad americana.

Pero el arte de Bob Dylan reside sobre todo en su humildad y su fidelidad. 40 años después, este genio del Minnesota sigue haciéndonos vibrar con su voz y su armónica, con la misma discreción que siempre tuvo a lo largo de su vida, aunque todos lo consideraban como un mesías. Con el perfil siempre bajo, este increíble artista marco la historia del rock con una huella indeleble.